Es el hecho de crear bancales en un determinado terreno. Por consiguiente, se sabe que al abandonar los cultivos abancalados, se generan toda una serie de procesos de erosión y atrofiamiento del suelo apto para sembrar, principalmente por las riadas y los incendios.
Para proteger terrenos de cultivos
Abancalar una tierra o un alomado tiene como propósito contener las aguas, desviar su curso y evitar que causen afectaciones a las tierras colindantes más abajo. Es una práctica muy empleada desde siglos remotos, gracias a su gran eficacia. Todavía incluso a pesar de que se requiere una estricta vigilancia para su preservación y esto encarece la producción.
Para nivelar el terreno
Gracias a abancalar un terreno desnivelado de cultivo, se transforma en superficies horizontales y bruscamente se puede pasar a la siguiente superficie de modo vertical o en talud. Todo gracias a ubicar estratégicamente bancos de tierra unos seguidos de otros, que al mismo tiempo van remontando la pendiente.
Para ganar el desnivel con resaltos de paredes verticales
Para ello se hace indispensable erigir muros con la finalidad que contengan las tierras, en tal efecto que la coronación del más inferior se localice a la misma altura que el arranque superior. Por ende, los muros de contención tienen que obligatoriamente seguir las curvas de nivel del cultivo.
Para crear sistemas de riego
Sistema utilizado por los mayas y aztecas en el periodo prehispánico de América, para desarrollar impresionantes sistemas de riego. En la zona sur de la Ciudad de México, llamada “El Pedregal”, se hallan tremendos campos de lava pero os toltecas se las ingeniaron para crear unas equeñas presas de escollera.
Conviene tener presente que los métodos de captación y de almacenamiento de agua por parte de los zapotecas que habitaban en el Monte Albán, así como su sistema de muros de contención y presas en el año 300 a.C. en Oaxaca, seguían a cabalidad las curvas del nivel y así podían abancalar los terrenos, formándose las parcelas con riegos necesarias para cultivar.
Para regular la escorrentía en los periodos de lluvias
A través del proceso de abancalar, mediante el drenaje, se podía balancear la escorrentía en temporadas invernales. Las técnicas de regadío y gestión agrícola no fueron sólo propiedad de las zonas áridas y semiáridas mexicanas. Por ejemplo, los mayas dejaron monumentales obras hidráulicas, construidas para equilibrar la escorrentía a través del drenaje y en consecuencia, poder contar con un óptimo almacenamiento de agua que garantizaba el bienestar en épocas de sequía.
Como método principal para el cultivo de arroz en Asia
Las precipitaciones fluviales originadas por los monzones ocasionan que enormes regiones se inunden y accidentalmente queden modificados por la naturaleza para terrenos aptos para el cultivo, especialmente de arroz, del cual es posible conseguir dos cosechas, tanto en temporada veraniega como invernal y posee un fabuloso rendimiento por cada superficie que se cultive, lo que a su vez beneficia la alimentación de una gran mayoría de pobladores. Esa es la razón porque el arrozal es el panorama agrícola más famoso en el Asia Monzónica.