La misma palabra contiene distintos significados, como el de rodear con un abrazo o con las manos, algún objeto o persona. En el ámbito cognitivo se refiere a contener alguna temática en específico, como las preguntas que pueda abarcar un examen. Igualmente, es la acción de aceptar varias responsabilidades o asuntos al mismo tiempo.
Como una cuarta acepción encontramos que se trata de un espacio o tiempo dedicado a una cosa. Así mismo, puede tomarse como la acción de tomar varias cosas con ánimo de lucro y finalmente, la acción de la gallina de empollar los huevos.
Para abrazar a una persona
Si tenemos en consideración el verbo con el primer concepto, es un acto que es sinónimo de ceñir o envolver con los brazos a alguien más. Por ejemplo: “sintió miedo cuando unos brazos, con actitud traicionera y engañosa, la abarcaron por la cintura”. De hecho, el término se derivó del latín “abbracchicāre”, que traduce “abrazar”, y a su vez de “brachĭum”, cuyo significado “brazo”.
Para poder estudiar o trabajar en algo concreto
Dice el viejo y conocido refrán: “el que mucho abarca, poco aprieta”. De manera que abarcar debe ser un procedimiento debidamente calculado y sirve en ese sentido, para desarrollar cualquier actividad o proyecto que se proponga. Es de vital prioridad cuando se necesita comprender o englobar algo determinado. Por ejemplo, el Premio Nobel de Literatura produjo una novela que abarcó dos siglos de historia demócrata”.
Para cultivar un terreno
Se hace necesario abarcar un terreno delimitado para primero prepararlo y adecuarlo para la siembra.
Para que finalmente nazca un pollito de un huevo
Abarcar es sinónimo de empollar huevos. Si alguien quisiera incubarlos sin una gallina, necesitaría un aparato especializado. Pero si se quiere de manera natural, entonces la gallina deberá sentarse sobre éstos durante un periodo cercano a las tres semanas.