Es el acto de renunciar por sí mismo a cualquier interés personal, deseo, proyecto, placeres, beneficios, ventajas, etc., en pro del bienestar de otros.
Para lograr metas mayores como objetivos de vida
Sea en el ámbito material o espiritual, siempre es necesario un sacrificio y un padecimiento voluntario para poder dar pasos victoriosos. En ambos, para hacerlos de manera correcta, se requiere no sólo sacrificarse por el beneficio propio, sino para el bien del prójimo. Abnegar implica un esfuerzo y estarse venciendo continuamente a sí mismo. Entonces los resultados inevitablemente aparecerán, aparte de que la fuerza de voluntad que se desarrolla es una herramienta fundamental para el éxito en la vida.
Para saber lo que se necesita realmente
Decidirse por abnegar la personalidad es toda una práctica especial, aunque pareciera un modo de vida. Una de las ventajas de practicarla, es que es posible ver con facilidad todas esas cosas innecesarias por las cuales se pierde tiempo y energía en la existencia y que además, originan toda clase de daños y consecuencias negativas. Epicuro el filósofo, propone la acción de abnegar voluntariamente la historia personal, para darse cuenta de cuáles son las cosas más importantes de la vida.
Para desarrollar la voluntad y el control sobre sí mismos
Una manera más sutil de abnegar, es la de desistir libremente de satisfacer algún placer que sea posible. Así se conseguiría cada vez más, un mayor control sobre uno mismo. No salir con aquella persona que también accede, pero tiene pareja. No embriagarse, teniendo todo el licor al acceso fácil. No comer algo muy rico que alguien ofrece, etc. Todo esto sirve para templar la fuerza de voluntad y reflexionar si dicho placer o actividad en realidad es tan relevante como se pensaba. Aplica tanto a placeres positivos como negativos. La batalla más dura, es contra sí mismo.