Es la acción de formar algo de manera muy similar a un cono o a una bocina. Dentro de la lengua española se entiende por abocinar en algunos países como el verbo que designa a la acción de caer de cara conta el piso, teniendo las extremidades abiertas.
Para dar forma cónica a cualquier objeto con un fin específico
Abocinar implica abrir el ancho de la embocadura de un tubo con el propósito de crear uniones, o también realizar una portada basada en la extensión hacia lo ancho de una ventana o puerta, en sentido externo del muro con forma atrompetada o de bocina, como efecto arquitectónico. Aunque también, abocinar es diseñar y crear objetos manuales con formas conoidales para servir de adornos.
Para constituir uniones en tuberías
Los tubos de cobre se emplean para transportar refrigerante a través del equipo, y así mover agua y ventilar aire. No todas las uniones necesitan ser soldadas, razón por la que abocinar la tubería es una muy buena estrategia y de ese modo, conectarlos se hace mucho más fácil. El secreto radica en abocinar pertinentemente un extremo del tubo con alguna herramienta especial para esto. Es necesario asegurarse de que la unión que ya venden abocinada y de latón, encaje bien con el tubo de cobre blando, mismo que se está empleando. El cobre debe manejarse con suavidad y no se tiene que apretar de más la herramienta, o se romperá la tubería.
Para inclinarse la caballería sobre el cuarto delantero
Cuando un caballo tiene problemas musculares suele bajar la cabeza e inclinar su cuerpo hacia el frente y así darle un estirón al cuello. Esto puede ocurrir también porque se le ha montado una carga mal distribuida, desequilibrada hacia el cuarto delantero. Pero también se le enseña a los caballos a abocinar, en forma de saludo.