Es sentir repulsión total y detestar alguna cosa, situación o a alguien. Igualmente, es aquel estado de cansancio y aburrimiento total de una persona, o cosa, como con una comida que hastíe por mucho haberla ingerido en el tiempo, etc.
Como mecanismo de supervivencia
Los psicólogos explican que el aborrecimiento que experimenta un ser humano hacia determinados alimentos, surge como consecuencia a un mecanismo de instinto de supervivencia. En el momento en que el cerebro interpreta algo como nocivo, entonces aparece el rechazo hacia esa cosa, situación o persona. Según esa teoría, hace miles de años cuando éramos primitivos no teníamos plena seguridad de lo que se debía comer, de modo que todo debía ser probado. Si alguien sobrevivía a una situación o comida, el cerebro califica si fue positivo o negativo y si fue esto último, alertará la próxima vez.
Para descubrir traumas psicológicos
El aborrecimiento hacia las otras personas en general, se comprende como un modo de indefensión aprendida. En tal sentido, algunos psicólogos observan detenidamente ese aborrecer en el paciente, porque así es posible designar casos en los cuales se ha llegado a aceptar que así se intente lo que sea, no se va a poder sacar nada positivo de ese alguien o de eso. En pocas palabras, se fija la idea de que los demás son corruptos, malvados, ineptos, negligentes, etc.
Para detectar factores de riesgo en el trabajo
La monotonía en los empleos provoca un estado de aborrecimiento de los empleados, producto de la repetición mecánica y rutinaria día por día. Se ha demostrado científicamente que aquellas personas que necesitan su máximo de atención en las labores, pero que son monótonos, desarrollan desequilibrios psicosociales.
Como mecanismo de supervivencia de las aves
Cuando un ave decide aborrecer a sus huevos y crías, simplemente se va y los deja abandonados. Este sentimiento de aborrecer surge cuando un humano se aceró mucho al nido y a tocas los polluelos o los huevos.