Es la acción de cerrar un vestido o una prenda, incrustando los botones en sus respectivos ojales.
Para mantener los cierres seguros
Las abotonaduras se emplean en las aberturas y bandas de camisas, mismas que suelen portar unos cuantos botones de menor medida, para darle seguridad al cierre. La abotonadura va en la zona central casi en todos los diseños, sobre la línea de centro delantero. Entonces, este mecanismo permite abrir y cerrar cualquier prenda, por la parte de al lado, de los cuellos o de las mangas.
Para diferenciar prendas masculinas de las femeninas
En el vestuario de damas y niñas, se suele ver los ojale en la parte lateral derecha y la abotonadura en la izquierda. En el caso de masculino, tanto adultos como niños, es al revés: los botones a la derecha y los ojales a la izquierda.
Para ajustar las prendas al cuerpo
Contrario de las prendas que no tienen ninguna abotonadura, las prendas con botones cuentan con una gama más nutrida de telas, porque las que estiran para ajustarse corporalmente son de menor variedad. La abotonadura ayuda a que se acomode al cuerpo, dándolo un toque formal y elegante.
Para ser más elegante
La abotonadura adecuada puede ser ese detalle que puede dar un toque al estilo que se desea. Los botones desempeñan una función crucial a la hora de vestirse. Hay una norma para seguir, a la hora de abotonar las prendas superiores. Consiste en hacerlo de manera secuencial, empezando por el primer botón de arriba hacia abajo.
Tal es el caso de las chaquetas de punto, que se usa frecuentemente sin abrochar el botón inferior o superior. Algunos diseñadores de modas recomiendan que una muy buena alternativa es no abrochar los dos botones de abajo, con el objetivo de que la chaqueta tenga una caída natural no se presente estiramientos en la cadera.