Es la acción de recubrir algo con caramelo o con un preparado dulce. Así mismo, se refiere a preparar caramelo a partir de una sustancia azucarada como el almíbar, el azúcar, entre otros. En un sentido más metafórico, este término alude a brindar manifestaciones cariñosas y muestras de amor.
Para acaramelar el hojaldre
Algunos postres como las milhojas contienen hojaldre, pero además, éste debe estar correctamente acaramelado, para que obtenga un brillo ideal en su apariencia y además, otorgue el dulzor necesario a la masa y el sabor amantequillado que caracteriza a un buen hojaldre.
Para acaramelar con agua
Para ello es necesario contar con dos tazas de azúcar blanca granulada, con media taza de agua y un cuarto de cucharadita de crémor tártaro o de extracto de limones. Si se requiere en una proporción moderada de caramelo, se puede utilizar tan solo la mitad de la cantidad indicada. El grosor depende de la cantidad de azúcar y agua, de modo que mientras menos espeso se quiera, más agua debe agregarse.
Para acaramelar en seco
Para ello se añade el azúcar a un recipiente de fondo pesado. En seguida se agrega una capa de azúcar blanca a un sartén con un fondo claro. En la medida en que más se calienta el azúcar, se desprenderá el líquido contenido en el mismo y se acaramelará. En ese sentido, como esta receta no necesita otros elementos, la proporción específica de azúcar no será significativa. Se puede usar una o dos tazas nada más, pero según la cantidad de caramelo que se desee obtener.
Para hacer flan
El flan es uno de los postres más conocidos en la gastronomía y su receta es sorprendentemente simple y rápida. Con el fin de endulzarlo, se puede emplear cualquier producto, pero el más apetecido suele ser el caramelo. Para acaramelar un flan también se puede usar vainilla, pues es una combinación agradable de sabores, junto con chocolate o café.