Es la acción de transportar determinada carga a un sitio, o también personas. Como una segunda acepción se entiende como los resultados que se obtienen como consecuencia directa de un efecto.
Para acarrear un automóvil
Si se quiere remolcar un vehículo, usando otro, el que sirve de remolque tiene que contar con mayores proporciones. El remolque deberá soportar el peso de sí mismo y del otro, por lo que necesita tener una capacidad de arrastre mayor para evitar derrapar, al igual que unos muy buenos frenos. También se requiere mantener una velocidad moderada y según las condiciones del tráfico.
Para trasladar las cosas de un pequeño apartamento
Acarreo se le conoce a transportar a cosas pequeñas, como por ejemplo una cama, una lavadora, una nevera, etc. Mientras que un trasteo implica a un hogar completo u oficina. Se diferencia con el término de mudanza, ya que ésta implica trastear un mayor número de objetos.
Como acarrear un riesgo
Un verdadero emprendedor es aquella persona que se lanza a carrear riesgos, mismos a los que una persona promedio se negaría rotundamente. Todas las oportunidades de la vida llevan implícitos riesgos de todo tipo, pero un guerrero del emprendimiento debe estar siempre buscando la oportunidad así le cueste. El riesgo es ese ingrediente crucial que filtra a los pocos vencedores, de las personas promedio que no se atreven a explotar una oportunidad.
Como “Cortar la leña, acarrear el agua”
Las labores diarias anclan en la realidad y organizan el tiempo. A la psiquis de las personas no les conviene la exhaustividad en trabajos intelectuales por muy trascendentales que estos sean. Luego de una buena jornada de escritura durante largas horas, algo muy recomendable es por ejemplo cocinar. La pasividad física es un factor que vuelve débil la mente. Existe un proverbio Zen en el que se realiza una pregunta: “¿Qué es Zen? Y la respuesta es: Cortar la leña, acarrear el agua.” Significa combinar sabiamente lo físico y lo mental.