Es la acción de prestarse de manera voluntaria a realizar algún servicio para alguien.
Para educar a los hijos
Los niños deben educarse en principios solidarios y además enseñares a ser siempre activos. Los expertos aconsejan que cuando el hijo muestra amabilidad y un carácter servicial hacia cualquier persona, los padres deben ser generosos en los agradecimientos y estímulos por esa acción. Los niños nacen con la naturalidad de querer ayudar a otros, pero lamentablemente con el desarrollo de su personalidad se va perdiendo en una buena mayoría.
Para recibir recompensas
Una persona acomedida, en todas partes será muy apreciada. Por ejemplo, en una empresa quien se acomide a realizar tareas que no está obligado, puede resultar siendo premiado por los jefes y hasta obtener un ascenso, un aumento de sueldo o al menos, un reconocimiento. Lo mismo sucede en los hogares, en las instituciones, organizaciones, etc.
Para mostrar decencia ante los demás
Tanto en el hogar, como cuando se es invitado a otra parte, como por ejemplo a comer, en caso de no haber sirvientes o empleados que cumplan con esa función, lo más pertinente es acomedirse a levantar su propio plato e incluso ofrecerse a lavarlo. Igualmente el hecho de acomedirse a abrirle la puerta del coche a una dama. Acomedirse a ayudar a pasar a un anciano la calle. Acomedirse a lavar los platos de la comida. Etc.
Para tener buenas relaciones maritales
En los oficios domésticos, es necesario para una sana convivencia según las estadísticas y los psicólogos, que no se le recarguen por completo a la mujer, sino que el hombre debe acomedirse a colaborar con algunas tareas, como bien pudiera ser sacar la basura, barrer, limpiar ventanas, lavar los trastes, tender la cama, sacar el perro, cocinar un día, cocinar en pareja, entre otras labores caseras cotidianas.