Es la inclinación por no luchar por aferrarse a poseer algo que se tiene o a lo que se le debe. También a una tendencia del comportamiento de una persona, institución o el Estado, en la que poco le importan las obligaciones o cualquier cosa que tenga que ver con algún tema, población, situación, persona, etc. Por ejemplo, es notable el abandonismo de las colonias por parte de la metrópoli.
Para librarse de los apegos
Los apegos en el ser humano son temores que, si no son eliminados, pueden conllevar a estar cometiendo errores garrafales, al igual que un desequilibrio psicológico complicado. El abandonismo es una técnica milenaria de espiritualidad oriental, que consiste en dejar fluir todo lo que ocurra y saber que tanto las personas, como los objetos, los lugares y las cosas tienen un tiempo de caducidad, de aparecer y desaparecer, razón por la que es absurdo sufrir por ello, si es la naturaleza renovándose de instante en instante, momento a momento.
Para vencer el estrés
La mejor forma de eliminar el estrés y las terribles consecuencias que deja, la mejor opción es el abandonismo psicológico, que es soltarse confiadamente a la vida y aunque todo pueda parecer estar mal, abandonarse de tal manera a sí mismo en el buen sentido de la palabra, permite alinearse y conectarse con la Divinidad Interior y ver que milagrosamente con el tiempo o algunas cosas al momento, se soluciona lo que haya estad en conflicto.
Para no sufrir
Cuando una persona se entrega al más profundo abandonismo de la vida, no se identifica con las penas y los infortunios, pues sabe bien que todo pasa, que no hay mal que dure 100 años ni cuerpo que lo resista. Abandona la idea de esforzarse por luchar contra las circunstancias y deja que todo se dé como se tenga que dar, resignándose a cualquier evento sea el que fuere, con plena serenidad.
Para darse cuenta de que los políticos siempre mienten
El abandonismo con los diferentes compromisos que debieran tener los altos mandatarios de muchos países, es muy notorio. Eso permite entrever cada día más, que las personas que se mueven dentro del mundo político no están allí precisamente para velar por los intereses del pueblo como prometen o resaltan en sus discursos, sino que persiguen los suyos propios a costa del clamor de miles y hasta de millones de personas.
El abandonismo es la prueba reina de que la política está mal fundamentada, sin importar si se trata de bandos de izquierda o de derecha.
Si las calles están destrozadas, si hay pobreza, falta de empleo y de oportunidades, no hay prestación de servicios públicos dignos y a bajo costo, problemas de inseguridad de toda especie, un sistema de salud colapsado, los más vulnerables y desprotegidos olvidados y hasta atacados, una juventud sin garantías, las grandes microempresas de la gente exitosa colapsando por los monopolios, entre otros múltiples factores forman parte del abandonismo de los poderes gubernamentales de una gran parte de países de la Tierra.