Se trata de un elemento cuya función es ventilar y se halla constituido por un conjunto de varillas entrelazadas por un extremo y sobrecubiertas por una parte casi siempre de forma semicircular de tela, o también de papel, o pieles decorados.
Así mismo, esta palabra refiere a algún objeto o cosa similar con apariencia de abanico cuando está abierto. No obstante, como un tercer concepto, es un conjunto de objetos de la misma especie, pero con algunas diferencias, de entre los cuales se puede elegir la opción que más guste, como por ejemplo un abanico de promociones.
Para darse aire en momentos calurosos
Es el uso por excelencia del abanico. Es muy fácil de usar: tan sólo se toma por el extremo y se mueve rítmicamente con la mano. Cuando no se usa se puede plegar uniendo todas las varillas y se reduce su tamaño. Este práctico invento surgió en China y al principio, antes de que surgiera la imprenta, grandes obras de arte a mano, se realizaban en los abanicos.
Para moverse en forma de abanico
Es una posición estratégica militar de despliegue. Es común escuchar que las tropas se movilizan en abanico a través de los montes y las selvas.
Para jugar
Un abanico también es un juguete cuya estructura es una varilla que en el extremo tiene una rueda de papel giratoria movida por el aire.
Para protegerse del viento
El abanico es una táctica de disposición en el mundo del ciclismo, que consiste en que un grupo de pedalistas formen una línea escalonada que abarca todo el ancho de la vía, para de ese modo protegerse del impacto del viento.
Como accesorio de Moda
Dentro del mundo de la moda el abanico es considerado como un excelente accesorio y es por ello, que las grandes industrias poseen un catálogo variado de estos elementos que distan en diseño y calidad. Los mayores compradores son las mujeres mayores, empero también una parte de la población femenina joven e incluso, en la actualidad han surgido líneas especiales masculinas. Se les ha visto a varios famosos.
Para nombrar cualquier cosa que tenga forma similar a este objeto
El término “abanico” se emplea para mencionar a cualquier cosa que posea una forma parecida, como por ejemplo la cola de algunas aves, etc.
Para practicar Taichí
Una de las técnicas del Taichi es con abanico pericón. Es un trabajo especial con la energía del interior, con ciclos definidos de respiración. Los resultados que se obtienen son muy agradables, como que el nivel del estado de alegría se aumenta, el buen humor y se ejercitan todas las zonas del cuerpo, especialmente las extremidades superiores. De esta clase de abanicos se fabrican de bambú, pericón, del tipo abanico español y otros muy buenos para el entrenamiento.
Como arma en el Tessenjutsu
El arte marcial denominada como tesen, es también llamada “abanico de guerra”. Se utiliza un abanico plegable hecho con hierro, con cerca de 10 varillas. No es algo frecuente en tierras americanas ni europeas, pero usada por un experto es un arma infalible casi como ninguna otra, pues provee una óptima defensa que cubría hasta de cuchillos y dardos envenenados y proporciona un ataque rápido y seguro.
Es tan bueno esta técnica de pelea, que muchos luchadores han llegado a combatir contra guerreros con espadas y se han defendido de sus terribles ataques, inclusive llegando a quitarle la vida a su oponente de un solo golpe. Como toda técnica, el tessenjutsu ha pasado por varios procesos de evolución y sofisticación. En la antigüedad eran famosas las historias de guerreros capaces de derrotar a varios enemigos al mismo tiempo, sólo con un abanico hecho de hierro.
Como simbolismo del elemento aire y la liberación
En África en Asia, el abanico es un símbolo que encarna el espíritu del aire, los espíritus aéreos, lo que vuela y lo celeste. En la doctrina taoísta, el primero de los inmortales chinos, Chung-li Chuan, lo utilizaba con el objetivo de avivar el espíritu de los desencarnados. En ese entonces el abanico se adornaba con plumas.
Como símbolo de la imaginación
En la cultura occidental, este objeto plegable se emplea como símbolo de la poderosa imaginación y también en algunas culturas americanas alude a las fases lunares. En la civilizaciones antiguas era todo un ícono selénico y hacía referencia a las esferas de la imaginación y lo variable de este universo.
Cirlot expone que ese fenómeno de transmutación lunar es todo un “alegorismo erótico: no ser, aparecer, crecer, ser plenamente, disminuir”. Similar al juego de un abanico. En sus propias palabras escribió:
“Los abanicos de este tipo suelen tener perfil de corazón, a veces están adornados con plumas, que refuerzan su integración en el simbolismo general aéreo y lo celeste y son atributos de rango en diversos pueblos de Asia y África. Todavía los usa con este sentido cósmico el romano pontífice.”
Como instrumento de seducción
El abanico figura con gran frecuencia en los grabados japoneses y en toda la historia de la pintura universal se aprecia como un arma de seducción que poseen las mujeres. Esa es la principal representación que se le da en la mayoría de obras pictóricas.
Como medio de comunicación
En el presente, el abanico pudiera parecer como una cosa que hace mucho tiempo pasó de moda y que servía para espantar el calor cuando no había ventiladores ni aire acondicionado, o cualquier aparato de refrigeración eléctrica. Pero, así como hemos visto, tenía diferentes usos más, como por ejemplo servía de medio para que las mujeres pudieran hablar entre ellas sigilosamente y sus labios no pudieran ser leídos.
De aquí se desprenden varios usos para la comunicación, cuyo objetivo era crear una situación donde se estableciera de manera adecuada una conversación silenciosa de mediana complejidad. Veamos algunos de ellos:
Para expresar una letra del abecedario
Si se empleaba para este din, el abanico tenía que ser rotado en alguna determinada dirección y en seguida posicionarse de un modo en específico.
Para decir “te amo”
Si una persona se abanicaba rápidamente, era una seña de decirle a otra: “te amo con loca pasión”. Pero al contario, si se abanicaba en forma lenta y calmada, era una señal que indicaba que la mujer estaba cansada, estresada y que el sujeto no era para nada de su interés.
Para decir “sí”
Si la mujer lo cerraba lentamente, haciendo énfasis en el cierre, era un rotundo “sí”.
Para decir que “no”
Si la manera de cerrar era rápida, era un rotundo “no”.
Para advertir de mujer comprometida
Si ella abría y cerraba el abanico con velocidad según el contexto, estaba diciendo que no había posibilidad alguna de nada porque era una dama comprometida.
Para decir: “te pienso”
Si movía el cabello ayudándose con el abanico, era una manifestación que en aquella época claramente daba a entender: “no te olvido y te pienso todo instante”.
Para invitar a hablar en privado
Para ello, ellas debían pasar los dedos visiblemente por las varillas, como si las anduvieran contando.
Para rechazar a un hombre
Para ese fin, debían taparse la cara con el abanico, como si se estuviesen protegiendo del sol.
Para expresar impaciencia
Si una mujer quería decir sin palabras que estaba de afán y llena de impaciencia, golpeaba algo con el abanico.
Para decir “te quiero”
Para ello, tenían que posar el abanico en su mirada, dejando ver el resto de la cara.