Es una grieta en la superficie de los suelos que se forma debido a las lluvias o aguas de escorrentía o arroyadas, sobre todo en aquellos pisos constituidos de materiales blandos y con impermeabilidad natural.
Cuando las hendiduras al principio son de poco tamaño, se les llama cárcavas o regatos y cuando ya se ha abierto bastante y se ve notablemente en la superficie del suelo, se les denomina barrancos. Si la acción del agua continúa, estos barrancos podrían abarcar cerca de 60 metros de profundidad.
Para analizar un terreno
Si hay presencia de abarrancamientos, dependiendo de su forma y tamaño, para los expertos es posible saber a ciencia cierta una gran cantidad de datos sobre dichos suelos.
Como hermosos parajes
No cabe duda de que muchos lugares de ensueño son sitios extraños, llenos de bosques mágicos, abarrancamientos extraordinarios, cerros milenarios y misteriosos…
Para evitar un accidente mayor
Este término también es muy usado para determinar la acción que ejecutó algún vehículo automovilístico al estrellarse contra un barranco, un árbol, un muro o una edificación, voluntaria o totalmente accidental. Por ejemplo, se han visto casos de autobuses que de un momento a otro pierden los frenos y la mejor opción que el conductor ve, es un abarrancamiento para evitar que el automotor siga impulsándose, adquiriendo más velocidad y posiblemente arroyando víctimas.
Para drenar un terreno
Ya son hoyos que pueden llegar a tener una buena profundidad y a todo el proceso que implica el abarrancamiento fluvial, finalmente deja los suelos estériles y desnudos, donde se puede apreciar con el tiempo las grandes grietas donde alguna vez hubo bellos y abundantes pastales y vegetación. Esto se produce no sólo a causa de fenómenos climatológicos y naturales, sino por acciones imprudentes del hombre como implantaciones de pistas de esquí y de remontes mecánicos.