Es una especie de trinchera fabricada con troncos y ramas de árboles. Una estupenda defensa terrestre, dispuesta en forma de hileras, con las afiladas puntas amenazando la parte externa. En el mundo antiguo era muy común hacer uso de estas barricadas. Los primeros griegos supieron darle distintas aplicaciones. También fue un reconocido sistema ruso que se denominó como la Zaséchnaya chertá, que en español significa: “línea de abatís”, en el siglo XIII.
Como barrera defensiva
Para tal efecto, las ramas debían atarse y con ellas realizar un entrelazado con alambre. Los abatís más poderosos eran los que se hacían usando árboles completos, no sólo ramas. Pero no sólo se usaban los abatís, sino que hacían conjunto con otras clases de obstáculos. En la actualidad han sido reemplazados por lo general con alambres de púas.
Para la minería de carbón
Dentro de los socavones donde se extrae el carbón, con la finalidad de que los senderos subterráneos se conserven abiertos y además de garantizar la entrada del aire, se utilizan los abatís, a modo de paredes de madera que se apilan en un sentido transverso.
Para obstaculizar el paso de vehículos
Si hay algo que pueda colocarse como obstáculo en una vía para detener el flujo vehicular de manera forzosa y difícilmente de levantar, son los abatís gigantes que se fabrican de árboles completos.
Para poner trampas
El método de entrelazar las ramas como abatís, es idóneo para diseñar algunas trampas, bien para defender un territorio o para cazar.
Para el contrataque
Algunas civilizaciones diseñaron una especie de abatís no propiamente para la defensa, sino también para el ataque. En los carros de guerra instalaban en la parte frontal, estos árboles o ramas puntiagudas apiladas y al formar una gran hilera de estos carros en el frente de guerra, resultaba una buena fórmula para el contrataque.