Se trata de un árbol de color plata, que tiene la corteza alisada, una copa en forma ovoidal, las ramas con un buen grado de flexibilidad y separadas en dirección hacia arriba. Las hojas presentan una estructura de rombo y con un borde por lado y lado dentado. Su altura promedio es de 30 metros y tiende a crecer en tierras de clima templado y necesita mucha iluminación. Igualmente, el abedul es la madera que se extrae de este árbol natural de Europa.
Para fabricar embarcaciones, cuerdas, canastas, cestas y más
La capacidad de impermeabilización de la corteza, la madera que se obtiene del abedul se adquiere gustosamente para fabricar cuerdas, zuecos, recipientes, embarcaciones y otros objetos. Las ramas flexibles son ideales para confeccionar cestas y canastos.
Para alejar espíritus y demonios
Algunos pueblos de la antigüedad e incluso de ahora, creen que el abedul tiene poderes para purificar cualquier ambiente y expulsar a los demonios o entidades maléficas. Los mitos dicen que el espíritu elemental de este árbol vive en su corteza y si se sabe invocar y conjurar, trabaja en contra del mal de ojo, la magia negra y ataques malignos. Por ejemplo los chamanes de Norteamérica hacían exorcismos con las ramas del abedul.
Para proteger la salud de diversas enfermedades
El abedul es muy rico en vitamina C, resinas, salicilato de metilo y aceite esencial, elementos que propulsan el buen estado de la salud y tienen propiedades capaces de curar un sinnúmero de patologías tales como la diarrea, cálculos en los riñones, obesidad, retención de líquidos, problemas óseos, etc.
Para la fabricación de muebles
La madera del abedul se considera como de muy buena calidad, especial para diseñar muebles gracias a sus características maleables y resistentes con el que se logran excelentes resultados. Por lo general estos muebles se utilizan en spas y sitios de relajación.
Para contrachapados y ebanistería
Gracias a que es una madera muy fina y clara, es especial para la industria de los contrachapados. Al finalizar el siglo XIX se impuso en la moda europea y a inicios del siglo XX se expandió a diversos países de otros continentes, como en Canadá. Algunos comparan el abedul con la madera del fresno, teniendo en cuenta lo fuerte y resistente que es.
La trabajan tanto a mano como empleando máquinas. Si pasa por un proceso de exfoliación rotatoria, se consiguen chapas de alta calidad. Según los expertos, es mucho más fácil de conseguir la madera de abedul contrachapada, que la maciza.
Para hacer azúcar
El endulzante que se puede extraer del abedul, cada vez es más famoso en el mundo. Diversos estudios científicos han descubierto que esta clase de azúcar es de las mejores, superando incluso a la de remolacha o la misma caña, tan común como opción más natural. Hasta las personas que sufren de diabetes pueden consumir el azúcar de abedul, debido a que ésta no requiere de la acción de la insulina para ser asimilada por el organismo. Además, contiene muy pocas calorías en comparación al azúcar blanco.