Es la versión de insecto más parecido a una abeja, sólo que con un cuerpo más grande que puede legar hasta 3 centímetros de longitud. Está cubierto de un peculiar vello negro y tiene una trompa que resalta. Otro detalle muy característico es que su zumbido produce un sonido fuerte.
Como polinizadores de la naturaleza
Gracias a que sus cuerpos son mucho más grandes, tienen la posibilidad de cargar mucha más cantidad de polen que las abejas. Por lo tanto, estos zumbadores insectos son una herramienta fundamental de la naturaleza, para polinizar. Según la ciencia, el abejorro es el responsable de que se produzca cerca del 35% de la comida para el mundo entero. En este momento hay alarma porque al igual que las abejas, están desapareciendo y eso significa el fin de la especie humana también, advirtió Albert Einstein.
Para la polinización en áreas frías donde otras abejas no llegan
Son ideales para polinizar flores silvestres al igual que diferentes especies de plantas de cultivo. Soportan de maravilla los climas fríos y por eso pueden viajar a remotos sitios donde las abejas no van. Así mismo, son los primeros en comenzar la polinización tan pronto comienza la estación e incluso, son los primeros en comenzar sus labores muy temprano a la salida del sol. Como obreros de la naturaleza, llevan cuadro honorífico.
Para la comercialización en la agricultura
Los cultivadores de sandía, calabacín y melón, por ejemplo, suelen comprar colmenas de abejorros, que están diseñadas para que polinicen sus plantaciones. Debido a que las flores se abren durante poco tiempo, se requieren colmenas muy numerosas para que muy velozmente todos estos insectos voladores hagan lo suyo. Esta clase de colmenas casi nunca poseen una bolsa de jarabe como las tradicionales, factor que induce al abejorro a trabajar más arduamente.