Es la zona de océano que se localiza entre los 2.000 y 5.000 metros de profundidad.
Para denominar zonas profundas del océano
También es conocida como la zona abisal, misma que se halla en la parte inferior de la zona batipelágica y sobre la zona hadopelágica. Es tan oscuro allí abajo, que de la luz solar no llega ni un solo fotón. Por consiguiente, la temperatura es terriblemente fría y la presión exageradamente alta. Casi no existen nutrientes, aunque hay algunos seres que habitan allí.
Para el desarrollo de fauna abisopelágica
Dentro de la extensa gama de la biología marina, podemos encontrar una subdivisión que trata de la fauna abisopelágica, que son aquellos animales que se desenvuelven y desarrollan en un ambiente marino profundo y que jamás se acercan ni remotamente a la superficie. Aunque de igual modo, se habla de la fauna abisopelágica bentónica, que corresponde a todos los animales marinos del fondo del océano, de ahí su nombre relacionado con abisal o abismo.
Para enviar sondas robóticas e investigar
Debido al elevado nivel de presión, ningún ser humano podría darse el lujo de sumergirse hasta el espacio abisopelágico, por ende, deben enviarse robots o cámaras especializadas que permitan estudiar y observar dicho ecosistema tan peculiar.
Para hallar especies jamás vistas
Actualmente, se conoce que, en las proximidades de los 5 mil kilómetros al fondo del mar, existen organismos que jamás imaginamos podrían ser reales. Cada año se siguen descubriendo más y más especímenes, uno de los más famosos es “Dumo”, un octópodo cuyas aletas tienen un parecido impresionante con unas orejas. La mayor parte del alimento de los animales abisopelágicos llega hasta allí proviene de la superficie. Los científicos están preocupados porque las partículas de las cuales se nutren estos seres, disminuyen drásticamente y aumenta la acidez y la basura oceánica, factores que ponen en peligro las especies y todo.
