Es el adjetivo calificativo que describe a una persona que carece de astucia o inteligencia, o de alguien que tiene algún rasgo similar.
Para mandarlo a hacer algo
En los pueblos y en todos los sitios donde hay una alta interrelación de personas, suelen mandar al más abobado a hacer mandados simples como traer algo de comer, algún recado, o incluso cosas vergonzosas que la gente preferiría no hacer personalmente, sino enviar a alguien, pero sólo un “bobo” podría aceptarlo. No sólo cosas negativas, sino algo como llevar una carta de amor, comprar algo que pudiera ser bochornoso, etc.
Para contrastar al inteligente
Un sujeto abobado se entiende por aquel cuyo nivel cognitivo y de aprendizaje es muy escaso, tiene una personalidad dócil y es completamente confiado, que sumado a esto no tiene la voluntad de tomar sus propias decisiones y siempre vive al mando de los demás, a quienes les cree todo lo que le dicen.
Como ejemplo de dejadez
En la sociedad se sabe que un individuo abobado es dejado por naturaleza en todos los sentidos. Nunca es pertinente al hablar y no analiza para nada las acciones de los demás o las circunstancias que lo rodean. Todo pareciera serles indiferentes, sobre todo los asuntos trascendentales, pero sí muestran gran entusiasmo para necedades y superficialidades sin trascendencia alguna.
Para indicar que una persona es poco inteligente
El término como tal se emplea para designar a una persona con poca capacidad de entendimiento y de raciocinio. Es el sinónimo de “atontado”. No todas las personas cuentan con las mismas habilidades cognitivas e intelectuales, hay diferencias de grados. La ciencia lo mide con el cociente intelectual. En la antigüedad se decía que un abobado era ese sujeto que sobrestimaba sus competencias, mientras los realmente inteligentes siempre son modestos. Según Budha, un tonto es quien se cree sabio y un sabio es quien se da cuenta de que es un tonto.
