Es la percepción de sentirse fastidiado a causa de que no se cuentan con recursos para divertirse y nada llama la atención para entretenerse.
Para indicar el aburrimiento y falta de interés por las cosas
Se trata de un estado psicológico negativo, que no se considera como trastorno, pero está nutrido de una alta insatisfacción emotiva que podría desencadenar problemas aún mayores como deprimirse o desarrollar altos grados de ansiedad. Se desarrolla principalmente en la etapa adolescente o en la infancia. Po lo general, este estado es pasajero y no persiste demasiado tiempo, pero sí puede llegar a ser irritante.
Para fomentar la creatividad
Los expertos en psicoanálisis afirman que sentir el abombe podría tener un aspecto positivo y es que la creatividad tiene mayores posibilidades de desarrollarse y fortalecerse, ya que si se ha llegado a ese estado, es porque se cuenta con mucho tiempo libre y esto significa la posibilidad de enfocarse en algo productivo.
El abombe otorga una especie de descanso al cerebro y se activan del subsconsciente mecanismos para escapar de dicha condición desagradable. Los neurólogos llaman a ese estado que entra el cerebro cuando hay aburrimiento como “red neuronal por defecto”, la misma que se activa al soñar despiertos.
Para meditar
Una de las mejores opciones para superar el abombe, es la meditación. Muchos adolescentes que se enfrentan a ese estado de aburrimiento frecuente, se han visto bastante favorecidos al aprender a meditar y a partir de ese momento, cualquier instante donde se sientan abombados, no dudarán ni un segundo en entrar en meditación. Se torna como un hábito, incluso al punto en donde llegan a sacrificarse aquellas actividades placenteras y entretenidas cuya ausencia causan esa percepción de estar aburrido, por dedicarse a dicha práctica espiritual tan milenaria y apreciada por los múltiples beneficios que otorga.