Como guía básica familiar

De acuerdo con los sociólogos, un abuelo es un pilar principal en la educación de los niños, pues es un canal de transmisión de amor y sabiduría, de afecto, amistad y experiencia. Pero el beneficio es recíproco, pues mucho también es lo que aportan los nietos a sus abuelos.

Como confidente

Un abuelo puede llegar a ser un confidente más íntimo, incluso que los propios amigos. La naturaleza tiende a ello en los seres humanos: los abuelos se vuelven no sólo confidentes, sino muchas veces cómplices de travesuras y de hazañas en la vida.

Como consejero

Las civilizaciones sabias de la antigüedad, solían consultar a los ancianos para cualquier decisión importante o para resolver algún asunto de relevancia pedían su consejo, basado en la voz de la experiencia. Así sucede en la vida individual; quienes cuentan con la fortuna de un abuelo vivo y con buena actitud, gozan la fortuna de la compañía de un gran consejero.

Para el equilibrio emocional de los nietos

Si un niño o un joven cultivan una relación frecuente con sus abuelos, se crea y fortalece un vínculo afectivo muy fuerte, el cual afecta positivamente el mundo de las relaciones con las demás personas, especialmente de otras edades. Los psicólogos aprecian en esta conexión el beneficio emocional y el equilibrio psicológico al sentirse considerados, queridos y protegidos.

Para divertir

A gran parte de los abuelos les encanta jugar y divertirse con sus nietos y viceversa. Subconscientemente pretenden sustituir ese tiempo que no pudieron ofrecerle a sus hijos, quizá por el agobio laboral. Planes como ir al parque, ir al cine, dedicar tiempo a juegos de antaño como el dominó, entre otros.