Se trata de un árbol que se origina principalmente en Cuba y en algunas regiones sudamericanas. Es un árbol con gran porte y su madera es considerada como de las mejores, por lo que se emplea en la construcción.
Para comer de sus deliciosos frutos
Este árbol corpulento y abundante, puede llegar a tener más de 30 varas de alto. Se genera por la propagación de semillas en terrenos profundos, con tierras bermejas. Sus frutos son deliciosos y se asemejan al sapote, pero es más pequeño, incluso que el níspero. Su cosecha se concreta en los meses de abril a mayo.
Para fabricar horcones
Los horcones son pilares de madera, casi siempre con unas medidas de 8×8 pulgadas de volumen. Debe ser muy firme, por lo que se extrae del árbol del ácana o también del roble. En estos horcones descansan las vigas de una construcción, con el fin de en seguida instalar las cerchas, mimas que dan el grado de inclinación adecuado para que fluyan las aguas lluvia, así como el techo que está erigiendo.
Para fabricar tirantes
Los tirantes son piezas de madera o también metálicas, que sirven para conectar dos superficies paralelas que estructuran un encofrado, para que absorban los esfuerzos a tracción que se originan debido a la presión hidrostática que por lo general, el hormigón ejerce contra los muros de un encofrado, imposibilitando que se separen. Los tirantes pueden ser de resorte siempre y cuando cuenta con unas muescas que permiten que sus extremos se quiebren al instante en que se retiren los moldes de encofrado.
Para fabricar durmientes o traviesas de ferrocarril
En las regiones latinoamericanas, a los elementos trasversales que subyacen al eje de las vías férreas, cuya función es preservar conectados y a la distancia correcta a los dos rieles, como las traviesas o durmientes del ferrocarril.