Para qué sirve el acanto

Como un eficaz emoliente

El acanto tiene unas propiedades emolientes que le permiten ablandar tumores y tejidos nocivos. Se ha empleado con el fin de crear enemas contra la disentería, al igual que hinchazón de las vías bajas o las molestas hemorroides.

Para aliviar y curar la piel

Al igual, posee propiedades que le convierten en un óptimo astringente, que puede usarse para curar rápidamente la piel que ha sido herida de muchas formas. Por ende, es aconsejable para un gran número de afecciones por la irritación e hinchazón en las mucosas y la piel. Puede ayudar a aliviar y curar las eczemas, los males de la faringitis y otra clase de inflamaciones virales como la rectolitis, vaginitis, etc.

Como adorno arquitectónico

El acanto es propicio de los capiteles corintios. Es catalogada como una planta con gran elegancia y casi siempre se utiliza como planta de ornamentación. Su altura puede alcanzar hasta metro y medio. Sus hojas presentan una coloración verdosa oscura y brillan intensamente. Cada una de las hojas contiene puntas rizadas, muy parecidas a las del cardo.

Para males estomacales

Cuando se consume, tiene efectos medicinales que logran ablandar los alimentos que se han estancado y acumulado a lo largo de los intestinos. De manera ingerida sirve como antidiarreico natural eficaz.

Para curar problemas respiratorios

Es un estupendo expectorante que ayuda a limpiar las vías respiratorias si se llega a desarrollar alguna clase de congestión. Casi siempre se aconseja usarlo en situaciones de complicaciones respiratorias como la tos ferina, la bronquitis o los catarros.

Para los males de la menstruación

El ciclo menstrual de las mujeres se suele desequilibrar por determinados factores. La planta del acanto cuenta con una buena cantidad de contenido de estrógenos que ayudan a regular este proceso, aliviar y prevenir los cólicos.