Es un árbol de cortas proporciones cuyas hojas alternas y flores de color rojizo, con un fruto ovalado y carnoso. Su pulpa es empleada para reemplazar el azafrán como condimento y colorante en la cocina. Originario de Centroamérica y México, así como en algunas regiones andinas. Las semillas de este fruto también reciben muchos usos.
Para combatir el cáncer
Las semillas del achiote han sido el foco de numerosos estudios médicos y científicos, ya que posee propiedades impresionantes como la norbixina, un antioxidante natural que protege las células sanas de las cancerígenas gracias a su función antimutagénica.
Para cuidar la piel
La pasta que se puede realizar a partir de las semillas de achiote, es un remedio eficaz para sanar quemaduras, irritaciones, heridas, quitar cicatrices, al igual que repeler insectos y servir como protector solar.
Para aliviar problemas estomacales y mejorar la digestión
Gracias a su alto contenido de fibras en sus hojas y semillas, el achiote es ideal para mejorar los procesos digestivos y la asimilación de nutrientes en el organismo. Se ha descubierto que estas semillas poseen una sustancia parecida a la cera que obra como paralizante de los parásitos del intestino, por lo que es un prodigio para regular la digestión. Ayuda a combatir la acidez y otros males estomacales.
Para ayuda a controlar la diabetes
La diabetes es una enfermedad crónica difícil de manejar. Pero de manera natural es posible mediante el achiote, debido a que por la acción de la fibra ayuda a reducir los niveles de colesterol y equilibra la insulina y la glucosa en el torrente sanguíneo. Se han hallado en el achiote propiedades hipoglucemiantes y se realizan varios productos medicinales para tratar la diabetes, en especial de sus semillas.
Como colorante culinario
En la industria culinaria el achiote es muy usado gracias a sus cualidades colorantes. Por ejemplo, otorga la tonalidad propia del queso cheddar, algunas mantequillas y hasta el chocolate.