Se trata de un documento que se realiza de modo escrito durante una reunión, a cargo de un individuo que se halle presente y por medio de la misma, se plasma un registro de los tópicos que se trataron, al igual que las anotaciones finales, acuerdos y corolarios, producto de la reunión.
Para sintetizar lo más relevante de un evento
Gracias a las formalidades y datos con las que debe estar estructurada un acta, se puede conseguir una individualización de esos aspectos que se desean conservar en el tiempo y en la memoria de algún evento, sintetizando lo más relevante de cada tema que se conversó en la junta o reunión, al igual que puede emplearse en lo que respecta de los resultados electorales, el resultado de algún concurso, los sucesos más destacados de personas sobresalientes, las notas de los estudiantes, entre otros.
Para firmarla y acreditar la veracidad
Casi siempre, las actas son trascritas en libros foliados y en la mayoría de ocasiones, estos folios se rubrican a manos de debida autoridad, con el fin de que quede un certificado legal de la cantidad de los mismos. Dichos libros se denominan específicamente “libros de actas” y deben ser firmados por cualquiera que haya participado de la reunión, con el fin de que se tome como un testigo de lo que allí se expuso y se acordó, así como de haber comparecido.
Como un acta notarial
Se define como un documento en el que un notario interviene en su elaboración, convirtiéndola en documento que da fe pública de lo que ocurrió ante su presencia. Tal es el caso de una denuncia en contra de una persona que causa perjuicios a otra. Por ejemplo, si se le discrimina y prohíbe ingresar a algún establecimiento público, entonces el afectado puede acudir a un notario para que conste en un acta, que lo manifestado es verídico y ese acta se utilizará como soporte documental, para comenzar un proceso jurídico o judicial en contra de quien atentó contra sus derechos, constituyéndose como un elemento probatorio suficiente.
