Se trata de un elemento químico, representado en la tabla periódica con el símbolo (Ac). Se ha clasificado como un metal nativo que presenta una coloración blanquecina plateada. Sobresale en gran medida su alto nivel de radioactividad, al igual que otros elementos como el uranio.
Para potenciar naves espaciales de la NASA
La ciencia se ha percatado recientemente, de la gran relevancia que posee el actinio gracias a sus propiedades radioactivas y algunos científicos consideran que con este metal será posible desarrollar generadores termoeléctricos de radioisótopos, mismos que potenciarían radicalmente una nave espacial, tanto en el momento de despegar, como de moverse en el espacio.
Para tratar el cáncer
Gracias a que este elemento se consigue mediante el proceso de irradiar en reactores nucleares usando isótopos de radio, al igual que neutrones, el resultante se puede transformar en toda una potente fuente que emite neutrones y resulta formidable para tratamientos que combaten el cáncer.
Para medir la mezcla vertical en el mar
Se ha podido establecer que el único isótopo natural que posee el actinio, es el ‘227 Ac’, mismo que se distingue porque su tiempo de duración llega a sobrepasar los 21 años, factor que lo adapta perfectamente para utilizarse en aguas marinas y efectuar una medición aproximada de las tasas de mezcla vertical, algo que resulta crucial en el ámbito de la limnología.
Para la medicina
Debido a que este metal cuenta con mínimo 150 veces mayor radiación que el Radio (Ra), la medicina se ha enfocado en analizar sus probables usos, en especial para tratamientos que en verdad sean efectivos para reducir el cáncer.
Para el avance de la tecnología nuclear
Pero en el contexto que más se le ha encontrado utilidad, es en las investigaciones sobre tecnología nuclear. Se ha podido determinar que si una persona llegase a ingerir tan sólo un miligramo de este elemento, se generaría cáncer en su organismo en un lapso de 48 horas.