Este término se deriva del latín ‘actus’, mismo que se halla estrechamente ligado con la acción, concebida como la capacidad de realizar alguna labor o algo. Esta palabra cuenta con variados usos y sentidos, sobre todo de manera coloquial.
Como un acto heroico
Es una acción que una persona efectuó, en la que sobresalen valores como la fuerza, el coraje, la valentía y la audacia, generalmente para salvar o otros.
Como un acto humanitario
Para servir a otros, bien sea donándoles o cediéndoles algo, o haciendo algo por ellos, sobre todo por los menos favorecidos. Por ejemplo, algo básico como ceder la silla a un adulto mayor, mujer embarazada, etc.
Como un acto reflejo
Es una acción instintiva e involuntaria, como reacción ante un estímulo del exterior. Por ejemplo, cuando se cierran los ojos si le lanzan algo como agua, tierra, arena, etc.
Como un acto sexual
Existen diversas clases de actos eróticos, aunque se podrían clasificar de manera general según sus fines. En tal efecto, existe el sexo por placer y goce instintivo. Y también existe la sexualidad con fines espirituales, que según esa perspectiva, es la forma de despertar terribles poderes psíquicos y facultades latentes en el ser humano. O sólo por objeto de reproducción de la especie.
Como una ceremonia pública
Se trata de un evento en el que asisten personalidades importantes en la sociedad, por lo general asociados al Estado.
Como un acto de conciliación
Sirve para llegar a un acuerdo entre partes en conflicto, tanto a nivel jurídico o judicial.
Como un acto de comparecencia
También se le denomina como un acto procesal, en el que se solicita la presencia de un individuo ante un ente judicial.
Como acto de presencia
Sirve para cumplir socialmente (quedar bien y fortalecer la imagen) con las personas que organizan, invitan, convocan o dirigen un evento formal.