Es la famosa sandalia rústica, un calzado con suelo de cuero, goma de neumático o también de esparto, que con cuerdas o correas se ata a los pies.
Como calzado rústico
La abarca por lo general, es elaborada con cuero crudo, cuya función es cubrir la planta de los pies. Va sujetada con correas o cuerdas sobre la parte del tobillo y el empeine. En varias regiones donde más usan las abarcas es en lo rural, donde incluso las fabrican con caucho, madera, neumáticos desechados, plástico y otras materias primas. Son populares porque se percibe como un calzado práctico y que se adapta al medio.
Como artesanía tradicional del caribe
En la región caribe es común hablar de la “tres puntá”, que es la abarca trenzada artesanal. Se fabrican con cuero bovino y se les adapta una suela anto-deslizante que los costeños llaman “boyo de yuca”, que evita el riesgo de caerse en superficies lisas.
Como calzado para los campesinos, pastores y labradores
Se puede decir que el alzado típico del obrero rural de Navarra y otras regiones, ha sido la abarca. De hecho, el rey Sancho Garcés II de España, fue apodado como Abarca y fue a causa del calzado que llevaba. De la montaña a los poblados, ha sido en el calzado más popular entre labradores y pastores, sobre todo en campesinos mayores de 60 años en la actualidad. Ya las nuevas generaciones tienden a usar en su mayoría calzados de goma.
Para reciclar neumáticos
En la península española, especialmente en la región sur de la cornisa cantábrica, se han usado durante generaciones las abarcas con suela de neumático reciclado, misma que cierra sobre los dedos abarcando hasta la zona media del empeine. Tienen fama de ser muy cómodas, resistentes, flexibles, económicas y duraderas. Una mejor manera de reciclar algo que causa daños al medio ambiente.