Consiste en un traspaso voluntario a otras personas de algún cargo, beneficio o derecho, pero de la dignidad de un rey soberano. También se puede tomar no sólo como el proceso de esta renuncia, sino además del documento que se registra como tal.
Para traspasar el cargo de soberano a la siguiente generación
Cuando un monarca decide radicalmente abandonar sus funciones, entonces se efectúa la abdicación y generalmente transmite la soberanía al siguiente familiar en la línea sucesora, que casi siempre son los hijos. Aunque hay casos donde los reyes han sido obligados a abdicar.
Como ley eclesiástica
La abdicación también es un recurso papal y toda una ley eclesial. La renuncia del sumo pontífice es irrevocable y debe ser presentada y sustentada por una válida justificación. Pero en este caso concreto es posible que la renuncia vaya acompañada de ceder a otra persona dicha jerarquía y de hecho, está estipulado en eta ley que el renunciante debe contar con otro medio verdadero de respaldo semejante a su dignidad.
Para que un clérigo pueda contraer matrimonio
Al igual que la corona, el clero recibió este beneficio por ley, en el cual un clérigo puede abdicar por ejemplo cuando ha decidido del todo renunciar a sus hábitos y casarse, o enfilarse en las fuerzas armadas, o dedicarse a alguna ocupación o profesión que va en contra del dogma católico, etc.
Para cambiar el obispo de una diócesis o arquidiócesis
Un obispo es una alta jerarquía católica en una provincia o región de algún país y su función es administrar todo lo relacionado con la Iglesia en las diferentes parroquias. Pero un obispo también puede presentar una abdicación, dejando muy claras las órdenes al nuevo candidato a reemplazarlo, puesto que su título episcopal es de carácter indeleble. La abdicación debe estar avalada por el Sumo Pontífice.