Es una herramienta cuya función es grapar. Está constituida por un sistema práctico que clava las grapas doblándolas para que enganchen las hojas en los extremos y de esa manera, no se desprenden.
Para unir hojas de papel
Popularmente se le llama engrapadora, aunque en países latinos es más empleada la palabra abrochadora. Es algo muy común y usado desde hace décadas: un mecanismo que permite clavar la grapa en las hojas y debido a que el artefacto posee unas fisuras en su base, ambos lados de la grapa enganchan todo hacia adentro. Se encuentran por lo general, en oficinas, escritorios, papelerías, o lugares donde se suelen engrapar numerosas hojas. Así mismo, se encuentra en el mercado las quitagrapas, dispositivos que sirven para extraer estos pequeños broches.
Para las oficinas
En ninguna oficina donde se manejen documentos, falta una abrochadora manual, aunque también se utilizan grapadoras eléctricas que disminuyen tiempo y energía. Las más populares son las denominadas de sobremesa, que sirven para engrapar solo pequeños paquetes de hojas de papel.
Para usos escolares
Las grapadoras de bolsillo igualmente son muy apetecidas, especialmente por la comunidad estudiantil en general. Éstas son muy similares a las de sobremesa, pero más diminutas y fáciles de portar, inclusive hasta como llaveros y colgantes que se pueden adherir a la maleta.
Para colocar carteles o rótulos
Existe la abrochadora clavadora, que es mucho más potente que las grapadoras normales, puesto que tienen la capacidad de perforar superficies sólidas como muros de concreto. Esta clase artefactos no tiene gran demanda en las oficinas, pues no sirve para esas labores, sino para labores de tapicería, instalación de avisos y carteles.
Para tapicerías y carpinterías
En el ámbito de la tapicería y la carpintería, se suelen usar las pistolas abrochadoras de bricolaje, mismas que resultan ideales para enmarcar cuadros, tapizar muebles, clavar maderas, etc. Y no sólo eso, sino colocar grapas en distintos materiales casi siempre de naturaleza blanda, como el corcho, la madera, las paredes de yeso, entre otros.
Estas actividades implican desenvolvimiento tanto en lo manual como en lo eléctrico. No obstante, las abrochadoras para tapicería son mucho más sencillas de utilizar, a diferencia de las que deben activarse de modo manual. En este caso, solo basta con conectarlas a la toma de corriente, instalar las grapas y dispararlas hacia el sitio que se desean insertar. Entonces, como es una pistola eléctrica, opera con el sistema eléctrico o con una pila, sin necesidad de que se ejerza una presión con la mano. Este es uno de los aspectos que hacen muy atractivas a las grapadoras eléctricas, que por las manuales.
Para obtener una costura instantánea
Existen engrapadoras diseñadas para lograr una costura inmediata, un artefacto moderno para el ámbito costurero y textil. Esta grapadora cose a gran velocidad cualquier prenda, sin requerir una máquina de costura de un nivel especializado. Su modo de trabajar es bien peculiar, pues efectúa un tipo de costura que será permanente o de la misma manera, de fácil extracción si así se desea.