Es una planta con hojas de gran tamaño y carnosidad, en las que resalta el nervio central. Sus raíces por el contrario son de corto tamaño y muy leñosas. Suele cultivarse en huertas y posee múltiples beneficios su consumo.
Para la salud de los huesos
Los análisis científicos de las acelgas revelan que las hojas contienen altas dosis de calcio y de vitamina K, al igual que magnesio y otros elementos minerales que contribuyen a la conservación de la salud ósea. Su consumo ayuda a combatir la formación de la osteoporosis en la etapa adulta, además de potenciar su desarrollo en etapa de crecimiento.
Para prevenir problemas del corazón
Gracias a sus fitonutrientes y elementos con propiedades antioxidantes, la persona que con regularidad come acelgas mantiene regulada la presión arterial y es menos propensa a sufrir ataques cardíacos, así como enfermedades tales como la arteriosclerosis o cualquier accidente cerebrovascular. Las acelgas son ricas en cobre y hierro, que favorecen notablemente el torrente sanguíneo y la vitamina K promueve la coagulación.
Para perder peso
La acelga es una de las verduras más prodigiosas que existen, sobre todo por su bajo contenido en calorías. Los mejores nutricionistas la recomiendan para añadir a la dieta si se pretende adelgazar, porque provoca una acción saciante y contribuye con los nutrientes ideales.
Para mejorar la digestión
Gracias a que es una rica fuente de fibra, el tránsito intestinal se descongestiona bastante y se reducen los cuadros de estreñimiento y diarrea. Las acelgas son estupendas reguladoras de los intestinos. Aparte de todo, son muy eficaces a la hora de desintoxicar los riñones y por si fuera poco, ayudan a prevenir cualquier problema con el hígado.
Para embellecer la piel y el cabello
Aparte de fortalecer el sistema inmunológico, la acelga posee propiedades milagrosas para la piel, especialmente por su alto contenido en botina, misma que estimula los folículos pilosos e incrementa el brillo del cabello.