Es el hecho de resignarse a determinada circunstancia o calificar de modo generalizado que algo es válido o bueno.
Como valor humano
La gente que intenta practicar el valor de la aceptación, según los estudios psicológicos, demuestran ser más hábiles para aceptarse a sí mismos tal cual es. Jamás se enfocan en los defectos ni internos ni externos, ya que consideran que son personas con la misma capacidad y atributos que los otros seres humanos.
Como la aceptación de los demás
Si se analiza detenidamente, una persona se dedica la mayor parte del tiempo en su existencia, a buscar la aceptación de los demás. Se inicia con los padres, luego la familia, los amigos escolares y de manera gradual se va extendiendo hacia el resto de la sociedad. La manera de vestirse, de peinarse, de comportarse, se hallan completamente influenciados por el deseo de lograr la aceptación de aquellos que nos rodean.
Para liberarse del sufrimiento
La aceptación es un ejemplo claro de la capacidad del ser humano para aprender a fluir con la existencia, reconociendo lo que se encuentra en el presente pero sin identificarse con ello, sino como un observador que sabe que todo es pasajero aunque parezca persistir en el tiempo. El problema radica en aferrarse a resistir a reconocer la realidad, lo que en verdad es, con ese deseo malsano de que las cosas sean diferentes y acomodadas a los propios intereses. La aceptación es un proceso de soltarse y dejar correr el río de la vida.
Como la aceptación familiar
La aceptación familiar en la vida de un individuo es fundamental, ya que representa el primer ambiente de socialización que permite el desarrollo personal, afectivo, intelectual, social y físico de los niños. Se estima por los expertos, como el arma protectora para enfrentar las diversas circunstancias de la existencia.