Se define como el aumento de la energía, intensidad, velocidad o agilidad de algo, como por ejemplo de la circulación sanguínea. Asimismo posee el sentido de la acción de poner en marcha algún mecanismo, como lo puede ser una palanca. Desde la connotación científica, se entiende como la acción y el resultado de añadir propiedades radiactivas a determinada sustancia.
Para el rendimiento físico y cognitivo
En este sentido, la activación se entiende como una sesión de calentamiento, con el fin de estimular los músculos, evitar lesiones y responder bien ante la exigencia de una rutina dura. Al igual aplica para los sentidos y la conciencia, permitiendo rendir de manera cognitiva.
Para posicionar una marca
En el ámbito comercial, una activación es una estrategia que se efectúa luego de terminada la fase de planeación que llevó a cabo el equipo de marketing de determinada empresa, cuyos resultados serán en virtud de las metas que se planteen en un momento específico, pero la idea en general es conseguir interactuar de manera directa con la gente.
Como consecuencia de que los medios publicitarios bombardean diariamente hasta saturar a las masas, una alternativa con óptimos resultados es la ‘activación’, pues se logra captar la atención de las personas, fidelizarlas a la marca y hasta persuadirlas de adquirir algún producto determinado.
Ejemplo: “La cervecería Bavaria este fin de semana realizará una activación de su nueva cerveza Águila Imperial, en distintos bares de Colombia, en la que habrá muchos premios, diversión y las espectaculares chicas águila, en biquini.”
Como propiedad activadora de la motivación
En el contexto de la Psicología, se le denomina ‘activación’ al rasgo enérgico de la motivación, es decir, su propiedad activadora, uno de los aspectos vitales para que inicie, se mantenga, se intensifique y culmine la conducta motivada en un individuo. Este concepto se conocía desde que se efectuaban estudios sobre las funciones psicofisiológicas, propias de las emociones y estados motivacionales.