¿Qué son?
Son una especie de plantas y árboles coníferos con numerosas ramas, hojas perpetuas de limbo y producen flores tanto machos como hembras que se intercalan, pero se sitúan en el mismo organismo. De ellos salen frutos apiñados y semillas con formas aladas. A este grupo pertenecen el alerce, el cedro, el abeto y el pino.
Para diferenciar las semillas de un grupo específico de plantas
A las semillas voladoras también se les llama abietáceas, a las cuales también pertenecen las coníferas, mismas que son plantas del orden gimnospermático capaces de producir semillas en formas conoidales y hojas con poca anchura, al igual que flores con ambos sexos, etc.
Para reforestar de forma natural después de un incendio forestal
En los árboles pinos y las especies cercanas, se desprende la escama seminífera a la par con la semilla, sirviendo como un ala que ayuda a que se realice una dispersión anemócora. Cuando la piña se madura, las brácteas tectrices se ven forzadas a estirarse, acción que no si no se lleva a cabo con suavidad, se origina la salida violenta de las semillas y su incontrolable dispersión. Pero en cuanto los climas mediterráneos o con ambientes semiáridos, es el fuego el que ocasiona el proceso, beneficiando la repoblación de árboles luego de la conflagración.
Para decoraciones, manualidades, centros de mesa, arreglos, etc
Las semillas de las abietáceas son en forma conoidal o de pila y con ellas se crean diversas manualidades, como adornos de toda índole y para todas las ocasiones, pero sobre todo se emplean para la decoración navideña. Son muy apetecidas porque además de ser muy útiles, tienen un bajo costo. En un lugar donde abunden los árboles abietáceos, allí abundan éstas. Una muestra más de que la naturaleza es opulente de modos exorbitantes, no solo en cantidad, sino en belleza.