Es un adjetivo que define a una sustancia capaz de generar una abrasión. Igualmente, así se denomina a un material resistente cuya utilidad es pulir, afilar, o también cortar otros materiales menos duros que él, como por ejemplo el diamante es un abrasivo del cristal.
Para pulir madera
Para llevar a cabo el proceso del pulido de la parte superficial de la madera, primero se requiere emplear un abrasivo de buen grosor en gel y luego por medio de una boina especial de espuma, misma que debe ser seleccionada según se haya secado la capa de pintura y de igual manera, de la resistencia de la tabla. No se trata de pulir manualmente, sino con un artefacto que pueda trabajar a 1.700 revoluciones por minuto.
Para trabajos de lijado
Existen diversos abrasivos que pueden utilizarse para labores de lijado, como las mismas hojas de lijar o los discos. Una de las más usadas son las lijas al agua y al seco de la denominación A275, el cual es un elemento abrasivo ideal para anti empaste por su maravillosa flexibilidad. De modo que las carpinterías lo usan, al igual que la industria de la construcción y los automóviles. En ese caso se emplea la T489 que es ideal para lijar superficies de metal.
Para lijado en acabados automotrices
Los abrasivos se usan para el lijado de agua de alta calidad, con una lija al agua microfina modelo T401 de la referencia de Norton. La industria automotriz es la que más utiliza, sobre todo para los acabados, teniendo en cuenta que estos abrasivos vienen en granos de 1.200 a 2.000.
Para cortar o pulir a través de fricción
Existen los discos abrasivos, los cuales son una herramienta indispensable para poder usar algún artefacto móvil o estático que permita cortar, lijar o desbastar cualquier superficie o material, por medio de la fricción. El diseño de este abrasivo depende del uso que se le destine.
Para corte y desbaste
Las labores de corte y desbaste necesitan de abrasivos de grano obligatoriamente. Si se quiere seleccionar un grano lo primero es estimar sus dimensiones y qué clase es. Se encuentran los granos manufacturados y también los naturales, ente los cuales hallamos los esmeriles, los cuarzos, los diamantes, las areniscas, el corindón, entre otros. Debido a su alto contenido de impurezas suele hacerse compleja la actividad de desbastar y cortar.
Para limpiar superficies
Los limpiadores abrasivos son ideales para muchos oficios. Éstos son productos fabricados con químicos, detergentes y abrasivos insolubles. Por ejemplo son perfectos para limpiar metales de alta dureza, superficies esmaltadas o de porcelana. Pero a pesar de su eficacia, son muy dañinos para la salud humana, porque una mala manipulación podría causar intoxicaciones y lesiones de gravedad.
Para tratar aguas residuales, tratar textiles y maderas
Los abrasivos líquidos poseen partículas de materiales de alta resistencia. Casi siempre se hallan como suspensiones. Tal es el caso del óxido de aluminio en pegamento sintético. Entonces se deben emplear en ruedas de pulir, para las fábricas textiles para trabajos en algodón, fieltro, cuero, o lino. Igualmente para la madera y para limpiar el agua dura, los abrasivos son fantásticos. Ni qué decir de sus efectos con las incrustaciones de metales o también orgánicas.