¿Qué son?
Son personas legalmente avaladas para brindar asesoría y velar por los derechos de alguna persona que los contrate o a quien se les asigne, en el caso de los abogados de oficio pagados por el gobierno.
Como abogado de oficio
Es aquel profesional del Derecho a quien un tribunal ha designado para defender a un ciudadano que no cuenta con el dinero para pagar un defensor privado o que simplemente no contrata los servicios de uno.
Para llegar a una conciliación
El profesional del Derecho debe caracterizare por contar con habilidades diplomáticas, pues muchas veces se requiere que su misión sea lograr un buen acuerdo, una conciliación con la contraparte. Pero si tiene un tono altivo e intransigente, es una piedra de tropiezo en el campo que se desenvuelve.
Como abogado del diablo
En términos populares se conoce como abogado del diablo, a aquel profesional de las leyes que se dedica a defender argumentos y personas poco correctas, pero éste se esfuerza por comprobar que son inocentes cuando no lo son, o la validez de lo que afirman.
Para presentar defensa en casos judiciales
En los procedimientos judiciales y jurídicos, suele exigirse que se contraten los servicios de un abogado. No sólo se desenvuelve en los tribunales y juicios, sino que también presta asesoría en estos dos campos como forma preventiva, en cuyos casos también se debe dedicar a la redacción de documentos pertinentes o contratos, para que presenten todos los detalles exigidos por la ley.
Para asesoramiento e intermediación de operaciones inmobiliarias, urbanísticas y fiscales
Los abogados están para servir como asesores o intermediadores en toda clase de proesos inmobiliarios, arrendamientos de inmuebles, compraventas, etc., para lo cual saben preparar los documentos necesarios para los requerimientos jurídicos y los distintos contratos. Deben estar al tanto de todos los pormenores del ámbito urbanístico. Así mismo, para cubrir asesorías fiscales.
Para redacción de documentos importantes
Un abogado sirve para redactar toda clase de documentos públicos, como testamentos, declaraciones, capitulaciones, escrituras, etc.