La historia se remonta al año 1930 cuando la señora Pascualita Esparza Perales de Pérez, propietaria del almacén “La Popular” mandó importar un maniquí, proveniente de Francia, mismo que era admirado por todos los transeúntes del lugar quienes usualmente paraban su camino para contemplar al maniquí. Pronto fue adquiriendo fama y las personas le dieron el nombre de Pascualita, el mismo nombre de su dueña.

Y es que el maniquí era muy diferente de los que circulaban en la época, y había sido realizado muy esmeradamente en cera, con ojos de cristal y extensiones reales de cabello humano que había sido insertado en forma manual.

Todo ello acrecentó el buen nombre de la tienda “La Popular”, que es considerada como la mejor tienda de vestidos de novias; y el maniquí, por su parte, llegó a ser conocido también con el apelativo de «La novia más bella de Chihuahua».

Pero ahí no termina la cuestión. Aproximadamente hacia los años 60 comenzaron a tomar forma varios rumores concernientes al maniquí, y muchas personas afirmaban que Pascualita se movía y que inclusive en ocasiones se paseaba por la tienda.

Hacia 1967 muere la señora Pascualita Esparza Perales de Pérez y el mito cobra más fuerza. Hay quienes aseguran que el espíritu de la dueña de la tienda quedó atrapado dentro del maniquí y es ella la que en ocasiones sonríe, les guiña el ojo o mueve sutilmente su mano para llamar su atención.

El maniquí viviente de Chihuahua se ha hecho su nombre y no hay nadie que no lo conozca o haya escuchado la historia por boca de alguien. Los lugareños dicen que no a todo el mundo le sonríe la Pascualita y el vestido más vendido es el que luce Pascualita. Adicionalmente corre el rumor que la novia que se casa con el vestido de la Pascualita tendrá un matrimonio feliz. Más allá de si es verdad o no, lo cierto es que la Chonita sigue siendo tan admirada hoy como el siglo pasado.

Versión de video: Pascualita, el maniqui viviente de Chihuahua