Los insectos también han dominado hábitats y dietas que resultarían impensables para otros animales. Algunos se especializaron en consumir hongos, otros obtienen energía con mucha eficiencia de la celulosa. En este artículo hablamos del gusano que puede consumir icopor y degradarlo a materiales completamente orgánicos.

Además de su impresionante adaptabilidad, los insectos presentan también una estructura bastante sana pues están compuestos en su mayor parte por proteína. De ahí que su consumo, común en muchas sociedades, sea algo más que razonable y que el disgusto de occidente ante ellos haya limitado muchas posibilidades.

Sin embargo, las mareas parecen estar cambiando y lo que antes era rechazado ahora está siendo aceptado. Es por ello que una empresa francesa ha comenzado a comercializar pasta realizada con harina de insectos: con ello esperan generar conciencia… y ganar un mercado entre los curiosos.

Pastadélice                                                      

La empresa, ubicada en los Vosgos, comenzó a desarrollar esta idea a partir de la venta por parte de otras empresas del Ródano de harina de grillo. Así, es solo el eslabón más vinculado con el consumidor final de una tendencia que parece haber ido ganando fuerza en los últimos años.

Su receta consiste en 15 kilos de harina de espelta (una variedad de trigo), 1.5 de harina de grillo y 4 kilos de huevos, cuidadosamente mezclados y secados. El producto, que tiene notables beneficios para la salud y puede usarse para complementar una dieta baja en hierro, magnesio u oligoelementos, ha resultado muy popular en la región y afirma tener un gusto exquisito.

El masificar el consumo de insectos permitiría a muchas regiones que hoy carecen de fuentes fiables de alimento el tener al menos alguna manera de garantizar su sustento y también el brindar alimentos baratos a un gran sector de la población. Así mismo, disminuiría las presiones que hoy ejercemos sobre las tierras de cultivo.

En este sentido, la pasta de pastadélice es verdaderamente revolucionaria.

Fuente de imagen: latribuna.hn