Cuando el universo muera, no quedará energía en él para que una inteligencia como la nuestra (o más compleja) pueda sobrevivir. Por lo tanto, de existir, dicha inteligencia solo tendría dos opciones: o revierte el estado del universo, violando las leyes de la física tal como las conocemos hoy día, o escapa a un nuevo universo.

¿Qué tan viable podría ser un escape?

Por supuesto, de momento ambas cosas resultan imposibles, pero no cabe duda de que la más interesante para la humanidad sería eventualmente moverse a un nuevo universo, más joven. Aunque esto, de momento, resulta imposible, es bueno ver las declaraciones recientes de Stephen Hawking al respecto:

El aclamado científico ha afirmado hace pocos días que algunos agujeros negros podrían crear portales a otros universos. En efecto, un agujero negro parece violar las leyes de la física y crear objetos imposibles, por lo que no sería del todo descabellado que nos brindara un camino a otro lugar. De acuerdo con Hawking, la condición para esto sería que dicho agujero fuera de un tamaño considerable, y estuviese girando sobre sí mismo a gran velocidad.

La simple posibilidad de que en nuestro universo existan portales a mundos paralelos resulta fascinante, y da un poco de luz a la eterna pregunta de qué pasará con nosotros en el muy largo plazo… asumiendo, claro, que no nos autodestruyamos en el proceso.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que el “problema” de saber que nuestro universo morirá es uno que nos ha preocupado por muy poco tiempo (entre un siglo y dos décadas, dependiendo de cómo se entienda) y que tendremos miles de millones de años para resolver… suponiendo, claro, que realmente tengamos que enfrentarnos a él.

¿Crees que la humanidad tendrá un día que enfrentarse a este problema? ¿O para entonces ya habremos dejado de existir?

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