Lo que dice la Teoría

Se trata de una verdadera Teoría de la Conspiración en la Academia, algo que no es muy común que digamos. Según Illig, gran parte de la Historia de Europa sería un invento.
En algún momento del siglo VII Otto II, Emperador del Sacro Imperio Romano, se habría aliado con el Papa Silvestre II y, posiblemente, con el Emperador Bizantino Constantino II para realizar la más grande falsificación de todos los tiempos. Los tres hombres, interesados en aumentar su poder, habrían decidido montar un gigantesco teatro y hacer creer al mundo que era el año 1000. Para ello habrían fabricado documentos, inventado la Historia de Carlomagno y desarrollado toda una cronología de reyes en los reinos europeos.
Aunque parezca una insensatez, es importante no subestimar el poder de los números en tiempos pasados (e incluso, en tiempos presentes). Vivir en el año mil, y lo que es más importante, fabricar el año mil, era un asunto importante.
Y lo que es más interesante: seguramente en la Alta Edad Media también era posible… al menos, en territorio europeo.

La sociedad en la que se gestó la conspiración

Hacer una transformación de este tipo ciertamente es algo imposible en nuestro tiempo, y seguramente también lo era en tiempos del Imperio Romano. Pero quizás – solo quizás – era algo posible en la Alta Edad Media.
Repasemos. La gigantesca estructura política conocida como el Imperio Romano acababa de colapsar. Las ciudades se vaciaron de gente, los campos se llenaron de fugitivos y todo el sistema de intercambio se vino abajo hacia el siglo VII. El Mar Mediterráneo, núcleo del Imperio, se convirtió en un refugio de piratas.
En este momento la sociedad se convirtió en un mundo mayoritariamente rural. En el campo, al campesino no le importaba el año que fuera: sencillamente le interesaba la estación. Además, en este periodo el cristianismo estaba poco extendido (y ante todo, en Asia Menor), por lo que a nadie le importaba, realmente, qué año fuera.
Así mismo, fue un periodo que acumuló una cantidad impensable de poder en un puñado de personas, de jefes guerreros y líderes religiosos que reconstruyeron un mundo como mejor pudieron, y de alguna manera como quisieron. Pocos escenarios se prestan más a este tipo de manipulaciones.
Y para terminar, el número de personas que podrían haberse dado cuenta de la maniobra era limitado y podía ser controlado, chantajeado o premiado de alguna manera para comprar su silencio.

Heribert Illig. Sí, no es lo que todos esperaríamos de un Historiador

Coincidencias interesantes

Illig notó, primero que todo, la desaparición de documentos fundamentales en la Historia eclesiástica durante la caída del Imperio Romano y su posterior reaparición 3 o 4 siglos después, como si hubiesen sido deliberadamente forjados para los tiempos por venir. Así mismo, comenzó a ver una importante continuidad en la arquitectura románica entre la caída del Imperio y el Siglo X.
Eran demasiadas cosas, y todo parecía coincidir. La crisis europea fue tan fuerte luego de la caída… que prácticamente desaparecieron las fuentes escritas, se estancaron las ciudades y se inhibieron nuevas construcciones. Ciertamente suena como una serie de coincidencias nada plausibles.
Y ya para terminar, está el asunto del cristianismo. Hacia el siglo VII los árabes conquistan las importantes regiones cristianas de África y el Levante, y el cristianismo comienza a moverse hacia el norte. Y se tarda más de 3 siglos en alcanzar las regiones nórdicas.
¿No podría ser más bien que esos 3 siglos nunca sucedieron?

Posibles pruebas

Dentro de las pruebas que parecen favorecer esta teoría se encuentran:
Primero, el Purgatorio, concepto que parece tener algún comienzo en torno al año 700, desaparece del todo y reaparece abruptamente en torno al año 1100.
Segundo, la ya mencionada arquitectura románica.
Tercero, está el ajuste del calendario gregoriano, que requirió 10 días cuando, en teoría, debería haber requerido 13 si buscaba ajustarse al calendario juliano del año 45 a. C.
Cuarto, una ausencia dramática de fuentes escritas y arqueológicas en el periodo que va del año 650 al año 1000 aproximadamente.

El Papa Silvestre II

¿Podría ser verdad?

Hay que admitir que la evidencia parece sólida. Pero hay un aspecto en el que la teoría de Illig muestra una falencia grave: la evidencia de otras civilizaciones.
Aunque dicha manipulación fuese factible para la Europa Cristiana, muy seguramente no lo era para el resto del mundo. ¿Cómo podría haberse aliado el Papa Silvestre II con los Emperadores Chinos? ¿O incluso, con los grandes Califas? Si en Europa encontramos información faltante, en el resto del mundo sí existen pruebas que indican que dichos años sí existieron.
Pese a estos cuestionamientos, la teoría del Tiempo Fantasma es, sinceramente, una de las Teorías de la Conspiración más interesantes que he encontrado. Quién sabe, quizás Illig tenga razón y en otros lugares del mundo sucediese, en algún momento de la Historia, algo equivalente. En cualquier caso, las peculiaridades que señala si hacen que sea necesaria una revisión de la Historia Europea.
Fuente de imágenes: 1: article.wn.com, 2: noeticscience.co.uk, 3: secretosdelvaticano.blogspot.com.co