El Pensante

Poema para comenzar una relación

Literatura - agosto 8, 2016

Por lo general, la gran mayoría de la civilización actual concibe al amor como el más grande sentimiento que puede albergar el ser humano, pues esta emoción hace que de cada individuo surja la decisión de entregar lo mejor de sí mismo a aquella persona o idea que le genere esa sensación de admiración, afinidad, alegría y satisfacción.

Amor romántico

En este sentido, de los dos tipos de amores concebidos (filial y romántico) es el amor, producto del enamoramiento, el que más debates, ideas, canciones, historias y poemas ha inspirado a lo largo de los años, pues por mucho que se sucedan las generaciones el humano siempre se sorprenderá hacia ese proceso mágico –aun cuando pueda ser totalmente explicable desde el punto de vista científico, fisiológico y biológico- que hace que de un momento a otro todas las emociones que una persona guarda dentro, se alteren ante la presencia de otra persona, a quien se ve como única, irrepetible y necesaria de conservar al lado, si es posible por toda la eternidad.

De esta forma, desde los años de la vida –sobre todo cuando el individuo se encuentra pronto a alcanzar su desarrollo sexual- comienza el deseo de conocer esa emoción hacia otra persona, es decir, se quiere con todas las fuerzas conocer el primer amor, el cual –consumándose o no- casi siempre es efímero y pasajero, dando paso a otras relaciones, cada una con su particularidad, en donde la persona va enamorándose de distintas forma, puesto que según apuntan algunos expertos del comportamiento humano, la forma de amar y de enamorarse va cambiando con los años, aun cuando su intensidad siga intacta.

Poemas para empezar una relación

No obstante, sea a los quince años o a los sesenta, amar siempre será una experiencia estimulante, que generará el individuo que lo experimente la necesidad de articular, a través de varias expresiones, esa emoción que se agolpa en el pecho y en la garganta. Sin embargo, no todos los enamorados –por más inspirados que se sientan- cuentan con la seguridad poética de poder darle forma a la pulsión del amor, por lo que en ocasiones hacen uso de las distintas letras románticas pensadas con anterioridad por otros poetas.

En este sentido, son cientos los poemas románticos que pueden citarse, los cuales también podrían clasificarse por tema, pues aun cuando hablen de amor, difieren sobre si es un amor que apenas comienza, uno que arde en llamas de pasión o alguno que por desgracia agoniza de frío anunciando su fin. En el caso de necesitar un poema para comenzar una relación, la mayoría de los poetas aconsejan usar versos suaves que inviten a la persona amada, con la mayor ternura, a comenzar una dulce historia.

Al respecto, uno de los poetas en Español más cotizados al respecto es Mario Benedetti, quien con sus poesías llenas de ternura, creaba versos, dueños de un equilibrio asombroso, donde se brinda la oportunidad de decirle a la persona  amada justo lo que se siente, sin el peligro de caer en exageraciones, que lleven a sobrepasarse. De esta forma, se pueden citar tres poemas de este poeta uruguayo, en donde se encuentran expresadas tres distintos tipos de invitaciones románticas:

Invitación a la amistad

Uno de los primeros impulsos que tienen los enamorados es acercarse al objeto de su deseo, disimulando el amor que los orienta, a través de una amistad. Oferta esta además incondicional y entregada, que revela ese impulso romántico de entregarse en cuerpo y alma a aquel ser que ha despertado en el corazón el amor. Un poema  perfecto para este tipo de situaciones es aquel titulado “Hagamos un trato”, en donde Benedetti con suma gracia, declara su amor de una forma tímida y solidaria que sólo puede conducir a la ternura:

Compañera
usted sabe
puede contar
conmigo
no hasta dos
o hasta diez
sino contar
conmigo

si alguna vez
advierte
que la miro a los ojos
y una veta de amor
reconoce en los míos
no alerte sus fusiles
ni piense qué delirio
a pesar de la veta
o tal vez porque existe
usted puede contar
conmigo

si otras veces
me encuentra
huraño sin motivo
no piense qué flojera
igual puede contar
conmigo

pero hagamos un trato
yo quisiera contar
con usted
es tan lindo
saber que usted existe
uno se siente vivo
y cuando digo esto
quiero decir contar
aunque sea hasta dos
aunque sea hasta cinco.

No ya para que acuda
presurosa en mi auxilio
sino para saber
a ciencia cierta
que usted sabe que puede
contar conmigo.

Promesas de preludio

Puede también acontecer que el enamorado sea un poco más osado, y no sólo se limite a invitar al ser amado a una amistad incondicional, en donde le entregue el alma, sino que además revele frontalmente sus intenciones de convertirse a su vez en el objeto de pensamiento de aquel ser del que se ha enamorado. Un ejemplo de ello, lo constituye el conocido poema de Mario Benedetti, llamado “Táctica y Estrategia”:

Mi táctica es 
mirarte 
aprender como sos 
quererte como sos 

mi táctica es 
hablarte 
y escucharte 
construir con palabras 
un puente indestructible 

mi táctica es 
quedarme en tu recuerdo 
no sé cómo ni sé 
con qué pretexto 
pero quedarme en vos
mi táctica es 
ser franco 
y saber que sos franca 
y que no nos vendamos 
simulacros 
para que entre los dos 
no haya telón 
ni abismos 

mi estrategia es 
en cambio 
más profunda y más 
simple 

mi estrategia es 
que un día cualquiera 
no sé cómo ni sé 
con qué pretexto 
por fin me necesites.

Celebración del amor

Finalmente, un poema para empezar una relación puede ser definido a un tiempo como aquellos versos que invitan al ser amado a ser pareja, como también a aquel poema con el que se celebra una relación que comienza. En este sentido –aun cuando también se puede emplear en cualquier etapa de la relación- surge un poema de Mario Benedetti, titulado muy apropiadamente “Te quiero”. A continuación, el texto:

Tus manos son mi caricia
mis acordes cotidianos
te quiero porque tus manos
trabajan por la justicia

si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos

tus ojos son mi conjuro
contra la mala jornada
te quiero por tu mirada
que mira y siembra futuro

tu boca que es tuya y mía
tu boca no se equivoca
te quiero porque tu boca
sabe gritar rebeldía

si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos

y por tu rostro sincero
y tu paso vagabundo
y tu llanto por el mundo
porque sos pueblo te quiero

y porque amor no es aureola
ni cándida moraleja
y porque somos pareja
que sabe que no está sola

te quiero en mi paraíso
es decir que en mi país
la gente viva feliz
aunque no tenga permiso

si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos.

Imagen: pixabay.com