Manipulación genética
Desde el descubrimiento del ADN en los 1960’s la humanidad ha vivido a sabiendas de que en esta pequeña molécula yacen casi todos, si no todos, los secretos de la vida. Pronto comenzó a experimentarse y se consiguió modificar el ADN de bacterias usando mecanismos bastante rudimentarios.
Con el paso del tiempo se pudo hacer transformaciones y transferencias del ADN de algunos organismos a otros, empezando la era de los Organismos Genéticamente Modificados (OGM) mejor conocidos como transgénicos. E este momento, sin embargo, los transgénicos ya nos han acompañado por décadas y lo que viene es una nueva generación de ingeniería genética en la que ya no sólo se transmiten genes, sino que se transmiten fragmentos específicos de ADN a una parte de la cadena. Esta tecnología, que no tiene más de un par de años, es verdaderamente revolucionaria y podría significar una transformación a largo plazo de nuestra civilización.
Sin embargo, esto no había sido, jamás, usado en humanos… hasta ahora.
Muerte súbita
Una enfermedad temida por los deportistas es la “miocardiopatía hipertrófica”, a veces conocida simplemente como enfermedad de la muerte súbita. Esencialmente, ocurre cuando un desarrollo erróneo del corazón lo hace vulnerable a súbitos incrementos de actividad.
Esta enfermedad en particular ha sido rastreada a mutaciones en el gen MYBPC3 específicamente. Por esta razón, si dicho gen se pudiese modificar, la enfermedad sería prácticamente un asunto del pasado.
Esto fue precisamente lo que intentaron científicos de la Universidad de Oregon en una serie de embriones humanos que tenían estos problemas genéticos. El objetivo era utilizar la nueva técnica para “cortar” el gen defectuoso y poner en su lugar un gen ordinario.
El experimento fue un éxito rotundo. Los investigadores realizaron varias “series” con los embriones y encontraron que en uno de los casos se logró un 72% de tasa de curación. Se espera que en el futuro esta cifra se incremente a 90%.
Lo que para muchos es un momento de celebración (pues esto podría significar la cura de innumerables enfermedades hoy mortales) para otros es de angustia, pues esto abre la puerta a la posibilidad de que en un par de generaciones los bebés se fabriquen “por demanda” de acuerdo con las peticiones y deseos de los padres. En cualquier caso, es difícil pensar en un futuro en el que la tecnología se limite por los deseos de una parte de la población: la ingeniería genética llegó para quedarse.
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