A Galileo se le ha denominado como el Padre de la Astronomía y también como el revolucionario del método científico, porque introdujo la metodología experimental. Aparte de ser un genio en la Física y la Astronomía, Galileo es resaltado por ser el líder de una nueva mentalidad de la Ciencia.
Sus postulados del Universo
Galileo se entretenía todo el tiempo sin descanso, observando y analizando al Universo. Logró descubrir la galaxia; enumeró las estrellas que constituyen la constelación de Orión y comprueba que las estrellas que observamos fácilmente desde la Tierra, en verdad son cúmulos de varios astros. Por si fuera poco, detalló los anillos de Saturno y las manchas solares.
No paraba de analizar las esferas del Sistema Solar; por ejemplo, remarcó cuatro pequeñas estrellas que giraban en torno de Júpiter. En realidad, se trata de cuatro lunas denominadas galileanas y son: Ío, Europa, Gamínedes y Calixto. Al principio las denominó como “astros mediceos”.
En el año 1610, logró describir las fases del planeta Venus, el más visible desde la Tierra. Al año siguiente, el clero más estudioso del Vaticano, que son los jesuitas, admitieron que todos los postulados de Galileo eran exactos, aunque no se atrevieron a admitirlo en público, debido a la inquisición que en aquella época imperaba. De todas maneras, Galileo fue atacado por la Iglesia Católica y amenazado de muerte.
Desmiente a Aristóteles
Muchos hallazgos científicos contundentes, conllevaron al genio florentino a corroborar las equivocaciones astronómicas de Aristóteles.
Con sus descubrimientos sobre el “Titán de los cielos”, el gran Júpiter con sus lunas, pretendió demostrar que la teoría de las órbitas de cristal postulada por el filósofo Aristóteles, era falsa y que los astros no giraban en torno de la Tierra, pero también corrigió que no todos giran alrededor del Sol.
Otro aspecto anti aristotélico, fue en el área de la física, en cuanto la caída de los cuerpos. Por su parte el filósofo griego decía que la “aceleración de la caída libre de los objetos, era directamente proporcional a su peso”. Pero Galileo descubrió que en el vacío, las condiciones cambian y todos los cuerpos caen a la misma velocidad. Esto lo verificó haciendo deslizar unas esferas en una superficie lisa de unos planos inclinados en un ángulo diferente y comparó los resultados con los mismos lanzamientos efectuados en la Torre de Pisa, verificando que era lo mismo, a diferencia de lo que se creyó durante mucho tiempo.
Esa torre le sirvió de gran inspiración para sus hallazgos científicos. También, mientras contemplaba el movimiento oscilatorio de una lámpara colgada en esa torre, se percató de las leyes del movimiento pendular acelerado.
Dejó muy en claro la supremacía de sus conocimientos del Universo, especialmente con sus demostraciones y discursos sobre dos nuevas ciencias de la mecánica: la Dinámica y la Resistencia, sintetizadas en una obra intitulada ‘Discorsi e dimostrazioni intorno a due nuove scienze attinenti la meccanica’, la cual escribió en compañía de su pupilo Torricelli.
Sus postulados astronómicos
A comienzos del siglo XVII, consiguió el perfeccionamiento de un aparato llamado “el catalejo”, el cual funcionaba basado en un lente óptico. El nuevo artefacto se llamó telescopio y tiene sesenta aumentos más.
Con ese objeto, el genio florentino pudo descubrir muchísimos detalles del Universo en el que vivimos. Sólo le interesaba descubrir en dónde habíamos nacido y para qué. Desmintió no solo a Aristóteles sino a toda la ciencia oficial. Por ejemplo, pudo dejar en claro que la base sólida de la luna no era de cristal, sino era tierra formando montañas y cráteres.
Gracias a su descubrimiento sobre las manchas solares, pudo constatar el periodo de rotación y la dirección del eje del Astro Rey. Un hecho que marcó su historia, fue cuando los grandes jerarcas católicos, escudándose en las leyes inquisidoras, obligaron a Galileo a retractarse de afirmar que la Tierra se mueve y que gira en torno del Sol.
En aquella ocasión casi pierde la vida porque se trataba de un hombre revolucionario y muy sabio, al estilo de Sócrates, quien sí murió por no retractarse. Galileo fue más astuto y se valió del lenguaje para salvarse. Cuando se le obligó a decir lo contrario, él ante el público respondió: “está bien, me retracto. Pero de que se mueve, se mueve”. A él se le pedía que dijera que se retractaba y eso fue lo que hizo.
Para muchos, Galileo Galilei es un símbolo de revolución en los dogmas científicos y una inspiración para aquellos estudiosos de los fenómenos. Él fue quien lideró la salida del pensamiento de la edad media a una época de renacimiento, donde ya no se creían en teorías así porque sí, con una fe ciega y adoctrinada, sino que cada fenómeno debe ser observado analíticamente, para luego, postular las diferentes teorías e hipótesis. Finalmente, al reunir todo los datos posibles, concluir los resultados.