Quizás lo mejor, antes de abordar la exposición de algunas de las propiedades curativas más importantes de la cereza, sea revisar de forma breve ciertos aspectos sobre esta fruta, como por ejemplo su naturaleza, origen y cualidades nutricionales.
La cereza
De esta manera, se podrá comenzar por decir que la Botánica ha definido la Cereza, como una pequeña fruta, conocida también como guinda, y que nace de varias especies distintas de árboles, inscritos en el género Prunus, es decir, que existen varias especies de Cereza, siendo las más populares la Guinda o Cereza ácida (Prunus cerasus) y la Cereza o Cereza dulce (Prunus avium).
No obstante, no todos los árboles del género Prunus producen cerezas, puesto que dentro de este género existen especies de las cuales nacen otro tipo de frutas, como por ejemplo el durazno, el melocotón, el damasco o el albaricoque.
Con respecto al fenotipo de este tipo de fruta, la Botánica ha señalado que puede ser considerada como una fruta de pequeño tamaño, más o menos de dos centímetros de diámetro, de forma ovoide o circular, la cual también cuenta con una variedad de colores, los cuales incluyen varios tonos de rojo, amarillo, verde y también el púrpura oscuro. Así mismo, esta diferencia de colores puede observarse en las pulpas de las distintas especies.
Origen de la cereza
Por otro lado, también será importante tomar un momento para tener en cuenta el origen de esta fruta. En este orden de ideas, los especialistas han señalado que la especie de cerezas más antigua es la Prunus cerasus, conocida por su nombre popular de Cereza ácido, la cual se cree que es originaria de los territorios ubicados entre el Mar Caspio y el Mar Negro.
De hecho, los investigadores basan esta información en documentos históricos, del autor Plinio el Viejo, quien relata cómo Lúculo, en su viaje a la antigua Cerasunte, en el moderno Giresun, en Turquía, encontró la cereza, y le agradó tanto, que la llevó Roma, aproximadamente en el siglo 67 a.C.
Propiedades nutricionales de la cereza
Así también, la Cereza es también reconocida como una fruta con grandes propiedades nutricionales. Por ejemplo, según señalan los expertos, en la Cereza puede encontrarse buena cantidad Carbohidratos, Azúcares, Fibra alimenticia, Grasas (Monoinsaturadas, saturadas y poliinsaturadas) y Proteínas.
Igualmente, la Cereza será también conocida como una gran fuente de vitaminas, como la vitamina A, así como varias vitaminas del complejo B, como por ejemplo de B1, B2, B3, B5, B6 y B9. Dentro de otras vitaminas que se pueden encontrar en la Cereza son la vitamina C, E y K.
Por otra parte, los Nutricionistas han señalado que las Cerezas contienen también gran cantidad de minerales, esenciales para el funcionamiento del cuerpo humano, entre ellos el Calcio, Hierro, Magnesio, Manganeso, Fósforo, Potasio y Zinc.
Propiedades curativas de la Cereza
Sin embargo, en la Cereza no sólo pueden encontrarse propiedades nutricionales, sino que de acuerdo a lo que señala la Medicina naturista, estas frutas también son una gran fuente de propiedades medicinales, entre las que se encuentren las siguientes:
Limpiador intestinal
Una de las propiedades medicinales más importantes de las cerezas es la de ser un gran depurador del intestino, lo cual se debe principalmente a su buena cantidad de antocianinas, una clase de flavonoides, que además de producir su color morado característico, tanto en las cerezas rojas como moradas, cuentan con una gran capacidad depurativa, reduciendo toxinas.
Gran fuente de antioxidantes
Otra de las grandes cualidades de la Cereza es la de contar con una gran cantidad de flavonoides, componentes estos que tienen capacidades antioxidantes, las cuales ayudan a prevenir algunas enfermedades degenerativas, como por ejemplo el Alzheimer, o el propio Cáncer. Así mismo, los antioxidantes cuentan con la capacidad de rejuvenecer las células.
Buena salud visual
Igualmente, las Cerezas son reconocidas como una gran fuente de vitamina A, la cual se traduce en gran cantidad de beta-caroteno, componentes estos que se traducen en la regeneración de tejidos. Así también, los beta-carotenos tienen la capacidad de incidir en la buena salud visual, sobre todo en la nocturna.
Protector cardíaco
También la gran cantidad de Magnesio que posee esta fruta la convierte en un importante aliado del corazón. En este orden de ideas, la Ciencia ha señalado que el Magnesio es un mineral que tiene la cualidad de evitar que el Calcio escape de los huesos, migrando hacia los órganos blandos, así como los vasos sanguíneos, por lo que entonces puede evitar también infartos. Por lo tanto, consumir cerezas puede traducirse en una buena salud cardíaca.
Para una buena salud fetal
Finalmente, las Cerezas han sido identificadas como una gran fuente de vitamina B9, conocida también como Ácido fólico, y que es una vitamina vital para el buen desarrollo del sistema central nervioso y la columna vertebral del bebé. Por ende, el consumo de cerezas durante el embarazo puede ser una buena forma de incentivar la salud fetal.
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