Tal vez lo más conveniente, antes de entrar a exponer algunas de las más importantes propiedades curativas, que se pueden encontrar en las fresas, sea revisar de forma breve la propia naturaleza, origen y propiedades nutricionales de esta deliciosa fruta, de origen americano.
La Fresa
De esta manera, se comenzará por decir que, de acuerdo a lo que señalan las distintas fuentes, la Fresa –conocida también como frutilla- ha sido definida como el fruto comestible de una planta rastrera, perteneciente a la familia Rosaceae. Llamada también como Fragaria, se distingue por su forma acorazonada, su color rojo brillante y su delicioso sabor.
Origen de la fresa
De acuerdo a los que señalan los especialistas en Botánica, la Fresa silvestre, caracterizada por su pequeño tamaño es propia de los Alpes, región en donde el hombre la ha consumido desde tiempos remotos. Por su parte, el Fresón, de mucho mayor tamaño y conocida actualmente en occidente, se originó cuando dos especies de fresas, nacidas en suelo americano, cruzaron el océano, y se mezclaron en tierras europeas.
Sin embargo, la historia de la fresa o fresón que es consumido desde hace unos años en el mundo occidental no es tan sencilla, pues el cruce que se hizo en un principio en tierras americanas, con el tiempo fue generando una fresa, que aun cuando seducía por su tamaño, iba perdiendo sabor con el paso de los años. No obstante, unos años después los cultivadores expertos probaron nuevamente con los cruces, emparentando entonces la variedad híbrida surgida en Europa con una variedad propia de Chile, logrando entonces mantener el tamaño conseguido, pero logrando una fruta de muchísimo más sabor. Desde entonces esta es la variedad que más se comercializa y consume en América, Europa y otras regiones del mundo.
Propiedades nutricionales de la fresa
Empero, su atractivo color, su tamaño y su delicioso sabor no son los únicos elementos que hacen sumamente atractiva a la fresa, pues esta fruta ha ganado fama también en el ámbito nutricional. En este sentido, la mayoría de los nutricionistas señalan que en la fresa –nombre genérico con el que se reconoce la fresa silvestre y el fresón- se pueden encontrar varios de los nutrientes diarios necesarios.
Por consiguiente, a la fresa se le atribuye ser fuente de importantes vitaminas, entre las que se destacan la vitamina A, B6, B12, C y D, las cuales cumplen importantes funciones respecto a la regeneración celular, salud general del sistema neurológico e inmunológico, así como el bienestar del sistema óseo. Igualmente, en la fresa se pueden encontrar importantes minerales, necesarios para la salud humana, como lo son el Sodio, Potasio, Hierro, Calcio y Magnesio.
Propiedades curativas de la fresa
De hecho, son estos minerales y vitaminas los que proveen a la fresa de las propiedades curativas que la Medicina natural le confiere, y que son responsables igualmente de que este alimento sea conocido también como “Reina de las frutas”, pues además de sus características y propiedades es sumamente versátil, a nivel culinario. En este orden de ideas, quizás lo mejor es revisar de forma breve algunas de las principales propiedades curativas de esta fruta, surgida en la América prehistórica:
Fresa: enemiga del colesterol
En sintonía con lo que han señalado los especialistas, la Fresa puede ser considerada como uno de los elementos naturales más efectivos a la hora de controlar los niveles de colesterol malo en la sangre, puesto que resulta una fuente envidiable de vitamina C. Además, esta fruta cuenta con grandes cantidades de lecitina y pectina, los cuales hacen también el trabajo de disminuir los niveles de colesterol mato.
Para un sistema nervioso sano: la fresa
Por otro lado, también existen fuentes que han señalado cómo la fresa es un elemento que cuenta con importantes vitaminas del complejo B, como por ejemplo la niacina, el ácido fólico, la riboflavina y la B6, componentes estos que influyen de forma positiva en el sistema neurológico, velando por la salud de los nervios. Así mismo, estos elementos ayudan a potenciar los procesos cognitivos del individuo, influyendo entonces en mejores niveles de atención, memoria y aprendizaje.
Para el dolor de muelas
Así mismo, la fresa contiene componentes que la convierten en un gran antiséptico, al igual que un importante antiinflamatorio. En consecuencia, su consumo durante un episodio de dolor dental, pues estas propiedades harán que el dolor y la inflamación disminuya. En consecuencia, se puede simplemente comer las fresas. No obstante, si el dolor llega a ser muy fuerte, al punto de no poder masticar, entonces lo más recomendable es triturar las fresas, haciendo con ella una especie de papilla, la cual simplemente se coloca sobre la encía y alrededor de la pieza dental lastimada.
Fresa, responsable de unos dientes sanos
Pero no es solo el dolor lo que la fresa puede quitar de los dientes, ya que en realidad los componentes antisépticos de esta fruta tienen también la propiedad de combatir el sarro y la placa dental. De esta manera, consumir un plato de fresas solas, de vez en cuando, mientras estén bien lavadas, y en lo ideal sean orgánicas, pues puede contribuir también a una dentadura limpia y desinfectada. De igual forma, existen ciertos componentes de las fresas que blanquean los dientes, por lo que esta fruta es considerada igualmente como un blanqueador natural. Para usarla con este propósito, bastará con cortar la fresa por la mitad, y simplemente restregarla contra la dentadura, al menos una vez por semana.
Enemigo de la osteoporosis
Por igual, las distintas fuentes señalan que la fresa es una fruta, cuyo consumo puede ayudar a mantener la osteoporosis fuera del horizonte, y por el contrario contribuir a una salud ósea envidiable. En tal sentido, los especialistas señalan que esta fruta cuenta con gran cantidad de vitamina D, la cual es vital para unos huesos fuertes. Así mismo, tiene vitamina K, la cual es responsable de la asimilación en el cuerpo de vitamina D.
De igual forma, la fresa contiene en sí gran cantidad de Magnesio, mineral que es totalmente responsable de hacer que el Calcio de los huesos permanezca en él, en vez de que este escape de los huesos, produciendo osteoporosis, así como endurecimiento de venas y arterias, por lo que entonces el Magnesio, presente en las fresas y otros productos naturales, es también un gran protector del sistema cardiovascular.
Un excelente diurético natural
Pero no solo las frutas de la fresa cuentan con grandes propiedades nutricionales, puesto que las hojas y las raíces de la planta en la cual nacen también tienen grandes cualidades. Un ejemplo de esto es el potencial diurético que tienen, lo cual convierte a estos elementos como un gran aliado a la hora de combatir procesos de retención de líquido.
Así mismo, los pacientes afectados por la gota pueden beneficiarse con el consumo de estas partes de la planta, pues el cuerpo encontrará la forma de drenar las toxinas que se acumulan en las articulaciones. Una buena forma de consumir las hojas y raíces de la fresa es a través de una infusión hecha a base de ellas, luego de haberlas lavado bastante bien. Si se quiere que esta preparación tenga un poco más de sabor, no está de más agregar algunas fresas picadas.
Fresa: un efectivo antidiarreico
En otro aspecto, la fresa es señalada también por las distintas fuentes como un eficiente astringente. Al respecto, los especialistas en Botánica han señalado que la fresa cuenta con una buena cantidad de taninos, componentes que a la hora de abordar un cuadro diarreico resultan altamente efectivo.
Por consiguiente, ante una situación así, comer fresas, tanto enteras, como en forma de agua aromática o jugo, resultará una buena opción para la salud estomacal e intestinal. Así mismo, el gran poder antiséptico de esta fruta hará que también resulte excelente a la hora de combatir cualquier tipo de infección a nivel del tracto digestivo.
La fresa y su poder astringente
Empero, la capacidad que tiene la fresa a nivel astringente no es solo una propiedad que puede ser usada en caso de diarreas, sino que también podrá destinarse al cuidado de la piel, sobre todo si se desea combatir granos, espinillas, quemaduras o lesiones de diferente índole. Para esto pueden usarse distintos métodos. En primer lugar, puede simplemente cortarse una fresa por la mitad, y pasarla por la cara, untando la piel con esta fruta. Igualmente, se puede hacer una infusión con fresas, previamente lavadas, y bañar la cara con esta preparación.
En caso de la aparición de los llamados fueguitos, pasar una fresa por los labios puede ser una manera bastante efectiva de contrarrestar las molestias, y hacer que las lesiones se curen mucho más rápido. Así también, la mascarilla de fresa, en casos de acné, es bastante efectiva.
Contra la anemia
Por último, entre otras de las muchas propiedades curativas que presentan las fresas, se encuentra la de poseer gran cantidad de Hierro, así como otros componentes que estimulan la absorción de este mineral por parte del cuerpo. En consecuencia, en caso de niveles escasos de hemoglobina, la fresa es una gran forma de combatir esta condición, pues ayuda a que el cuerpo recupere los niveles normales de Hierro. Por esto es importante, consumir fresas de forma frecuente pues además de combatir la anemia, cuando esta ya ha aparecido, ayuda igualmente a evitarla.
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