La muerte de las estrellas
Hacia mediados del año 2013 varios científicos de la costa oeste norteamericana comenzaron a denunciar eventos preocupantes. De acuerdo con sus versiones, una misteriosa epidemia parecía estar diezmando las poblaciones de Estrellas de Mar de aquella región del océano. De acuerdo con las observaciones, las estrellas sufrían de una enfermedad desconocida que las llevaba a la muerte llegando, incluso, a arrancar sus propios brazos.
El fenómeno vino a conocerse como “el Debilitamiento”, que es como se denomina cuando una enfermedad desconocida ataca a la estrella generando altos niveles de estrés, debilitando (valga la redundancia) su cuerpo y obligándola a buscar alternativas para sobrevivir… como deshacerse de sus propios brazos. De acuerdo con el biólogo marino Peter Raimondi, la enfermedad como tal no es rara, y “normalmente alrededor del 1% de la población se ve afectada por ella en un momento dado”. Pero en este caso no hablamos del 1%, hablamos de cantidades mucho mayores… cercanas incluso al 100%.
Una de las preocupaciones más acuciantes al respecto es que un fenómeno semejante esté ocurriendo en otros lugares de los cuales tenemos poca o nula información. Hace algunos años en la costa oeste norteamericana se implementó la agencia MARINE encargada de monitorear las costas con una precisión que no existe más que allí y en algunas regiones de la Gran Barrera Coralina Australiana, por lo que perfectamente podríamos estar ante la desaparición de miles de especies de estrellas de mar sin que nadie lo notara.
Un misterio que no ha sido resuelto
Pese a los análisis que se han realizado e incluso a tratar con antibióticos algunas estrellas, las causas de este misterioso debilitamiento que está llevando a las muertes de miles (quizás millones) de estrellas de mar son desconocidas. Así mismo, las estrellas en acuarios de la costa (alimentados con agua de mar) también murieron. Parece ser que, sea cual sea el problema, estaba en el agua.
Fenómenos parecidos han ocurrido en ocasiones anteriores, principalmente durante los fenómenos del Niño de 1982 y 1997. Sin embargo, en estas ocasiones los científicos tenían claro que la muerte masiva se debía al aumento de las temperaturas en el agua y que una vez llegara el invierno el sistema se recuperaría. Pues bien, no solo no hubo Niño estos años, sino que las estrellas siguen muriendo, por casi ya dos años, sin que la pesadilla parezca terminar.
Grandes áreas de costa, en donde estos animales pululaban, ahora se encuentran desiertas. Las estrellas de mar se han convertido en visitantes muy raros de la costa occidental norteamericana pese a ser hace apenas 2 años una de las especies más abundantes. Y el misterio sigue: una solución pareció aparecer hace poco menos de un año cuando se descubrió una especie de virus (llamado densovirus) en las estrellas enfermas, pero luego se descubrió que también habitaban los tejidos de estrellas sanas e, incluso, de especímenes de 50 años de antigüedad. Si en efecto este virus es el causante de las muertes, hay otra causa subterránea que desencadena su virulencia, y la cual aún desconocemos.
¿Qué tan crítica es la situación?
Raimondi considera que la situación, aunque crítica, no augura una destrucción de los ecosistemas marinos: “Mucha gente me pregunta si se extinguirán, si habrá una catástrofe o colapsará el ecosistema. La respuesta es no. He visto esto antes y el sistema se recuperó”. Sin embargo, otros biólogos no son tan optimistas, y consideran que el alcance de esta enfermedad es algo nunca antes visto… y también han sido testigos de crisis ambientales consideradas imposibles, pero que han sucedido en una generación (como la desecación del Mar de Aral). Para estos biólogos nada es seguro, y puede ser que los ecosistemas de la costa oeste hayan sido presionados más de la cuenta y se encuentren próximos a desaparecer.
Evidencias recientes indican que las estrellas no son las únicas afectadas por el virus. Los erizos de mar, más resistentes, también han comenzado a mostrar signos de un debilitamiento semejante. Aunque son solo dos especies, se teme que su desaparición lleve a cambios abruptos en los ecosistemas o que la enfermedad se transmita a otros animales.
Pese a que no se conocen las causas de las muertes de estos animales, se han postulado una serie de hipótesis que van desde la destrucción de las fuentes de alimentos hasta la contaminación de los ecosistemas. Sin embargo, aquí mencionaremos una muy importante que ha sido desestimada por los medios y por muchos científicos: la radiación de Fukushima.
La hipótesis de Fukushima
Como todos saben, en el año 2012 ocurrió la que, junto con Chernóbil, es la peor catástrofe nuclear en la historia: la destrucción de la planta de Fukushima por el tsunami que aquel año destruyó las costas de Japón. Desde entonces dosis desconocidas de radiación se han vertido en los océanos y se propone que esta radiación estaría debilitando las estrellas de mar y haciéndolas susceptibles a los virus.
Pese a que la teoría es poco conocida (y, como dije, no ha sido aceptada por muchos biólogos), no cabe duda de que resulta interesante, y además coincide con las fechas en las que comenzaron a aparecer los primeros casos de la enfermedad. ¿Crees tú que esta podría ser la verdadera explicación al misterio? ¿Y que las autoridades estén interesadas en esconderlo? ¿O crees que alguna otra teoría es más acertada?
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