Pero si las cosas siguen así, muchos se cuestionan qué pasaría si casi todas las especies de la fauna se extinguieran. ¿podría practicarse la agricultura? ¿se acabarían los bosques? ¿en qué cambiarían las playas? En pocas palabras, ¿en qué nos afectaría a nosotros y al planeta, si algún día se extinguen todos los animales? Veamos:

Se producirían terribles hambrunas

Para el científico, Gonzalo Andrade, director del Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de Colombia, es demasiado urgente poner en marcha planes exigentes en cuanto la conservación de la fauna, o de lo contrario el ecosistema tendrá serias consecuencias. El caso de la desaparición de las abejas, es uno de los más preocupantes.

“Sabemos que no todo puede ser conservar por conservarse, porque el desarrollo económico debe existir, pero el consumo de carne de ganado, el mismo consumo de los lácteos, de todos los alimentos en general como fuente de energías no es lo único que importa.

La fauna también sirve para la producción de textiles, y de otros productos que son importantes para el sustento de la especie humana. Lo que tenemos que lograr es la sostenibilidad, donde confluyan muchos elementos que permitan el desarrollo del territorio, donde podamos conservar la biodiversidad, pero también labores de desarrollo urbanístico, minero, etc, donde convivan y puedan existir juntos”, detalló el doctor Andrade.

Aumento de enfermedades

En la revista Sciences Advances, se ha publicado un estudio que se enfocó en saber qué sucedería si se extinguieran los animales. El resultado según éste, es que quedarían algunos sobrevivientes, muy seguramente roedores y cucarachas. Las ratas proliferarían, en vista de que tienen pocos predadores. Pero así mismo se desbordarían las pestes y pandemias.

Aumento de los incendios forestales

De acuerdo con la comunidad científica, es algo que ya está sucediendo y tiene en peligro buena parte de la vida silvestre. Concretamente, al desaparecer los principales herbívoros, significaría el caos en la naturaleza, ya que estos animales son algo así como “los jardineros” de la Tierra y mantienen en equilibrio los ecosistemas.

En consecuencia, tras la desaparición de estas criaturas, la maleza se esparciría por doquier y a su vez, se formaría una inmensa concentración de materia viva o biomasa no consumida, que ocasionaría crónicos incendios forestales.

Se detendría la evolución como la conocemos

Con el sólo hecho de que los parásitos desaparecieran de la faz de la Tierra, se alteraría todo el orden de las especies y según la ciencia, la evolución se detendría.

Uno de los expertos que más persiste en la idea del valor que tienen los parásitos, es el profesor Levy Morran, de la Universidad de Emory, de Estados Unidos, quien además asevera que los microorganismos van afinando las defensas y habilidades para sobrevivir, de todos los seres vivos. Específicamente dice:

“Apuesto que veríamos índices de extinción aún más dramáticos. Muchas investigaciones han demostrado que los parásitos son importantes impulsores y protectores de la diversidad”.

La extinción total de la especie humana

Tanto el doctor Gonzalo Andrade, del del Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de Colombia, como Levy Morran, de la Universidad de Emory, respaldan el pensar de toda la comunidad científica en este respecto. Todos concuerdan con que la desaparición de la fauna conllevaría inevitablemente, también a la extinción humana, a causa de los fuertes desequilibrios en el planeta.

“Sería como entrar en la extinción de los dinosaurios. La fauna y la flora del planeta dependen muchísimo entre sí, no sólo para su alimentación sino como parte del proceso de la cadena trófica. Por ejemplo, los animales ayudan muchísimo a la polinización, pero también hacen parte del proceso alimenticio de otros grupos de distintas especies. Todo esto es importante para el funcionamiento de los ecosistemas: sin fauna y flora, el ecosistema termina por desaparecer”, explicó el doctor Andrade.

Es impresionante el número de profecías al respecto, desde tiempos remotos, hasta la fecha. Samael Aun Weor, el representante de la Gnosis, escribió varios volúmenes sobre el particular.

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