De acuerdo a la Lingüística General, el Lenguaje es una entidad dicotómica, compuesta por un lado intangible, pasivo, colectivo e inmutable en donde residen las leyes y normas, conocido como Lengua, y otra cara tangible, dinámica, individual y con capacidad de registro, al momento de su realización, la cual es conocida como Habla.
Lenguaje, una abstracción
Así mismo, el Lenguaje vendría a ser un sistema, conformado por signos lingüísticos, a través del cual el hablante logra entablar comunicación con sus semejantes a través de la transmisión de ideas, que constituyen igualmente una representación de la realidad circundante. En este sentido, el Lenguaje, más allá de su carácter convencional, vendría siendo también una abstracción, es decir, que aun cuando se le asemejara no podría decirse que es un calco idéntico de la realidad.
Relaciones temporales
En este sentido, aquello que expresa el hablante a través de sus palabras sería simplemente el reflejo de su percepción de la realidad, y nunca en ningún momento un absoluto de esta. Con respecto a esto, un ejemplo que calza a perfección es la forma en que un hablante expresa su percepción del tiempo, es decir, cuando indica en que momento temporal ocurrió un evento, según su presente.
Así, se tiene que el hablante siempre se expresará en un presente, hablando sobre aquellos sucesos que han pasado, quedando en el pasado, o que están por pasar, perteneciendo al futuro. Sin embargo, la gran capacidad mental y lingüística de los hablantes hacen que no sólo existan estos tres tiempos, sino que entre ellos surjan matices, que vayan dirigidos a indicar que tan lejano o cerca del pasado o el futuro se encuentran los hechos a los que hace referencia desde su aquí y ahora.
A estos distintos matices, que logran ubicar en la línea del tiempo, los hechos narrados por un hablante, se le conocen como tiempos verbales, y están estrechamente ligados con el modo del verbo, como parte de los distintos accidentes con los que esta entidad gramatical cuenta. Igualmente, la concordancia entre tiempo y modo forma parte de los mecanismos gramaticales para resguardar la cohesión de la oración, es decir, la correcta disposición de los elementos que la forman, a fin de arrojar unidades de sentido (oraciones) gramaticalmente aceptables e inteligibles.
Tiempos verbales
Al respecto, la Gramática se ha dado también a la tarea de clasificar los distintos tiempos y modos en los que puede ser conjugado un verbo, en su tarea de dar referencia con respecto al momento en que sucedió la acción o hecho al que apunta el hablante desde su presente. En este sentido, los distintos tiempos verbales se desenvuelven en torno a los modos con los que cuenta un verbo, hecho que resulta propicio de describir brevemente, a fin de poder entender a qué tiempo específico y a qué modo se refiere cada conjugación:
Tiempos pertenecientes al modo indicativo
En principio será necesario recordar que el modo indicativo está netamente ligado con el hecho de que el hablante exprese hechos que pasaron en realidad, es decir, cuando un hablante se expresa en modo indicativo –el cual además tiende a ser el más usado en Español- está expresando que los hechos a los que hace referencia pasaron o están por pasar. Así mismo, dentro de los verbos que se encuentran dentro de este modo, se encuentran los siguientes:
- Presente indicativo: por medio del cual el hablante da cuenta de algo que existe en el aquí y ahora desde el cual habla. Por ejemplo: yo como, yo te quiero, yo corro.
- Pretérito imperfecto del indicativo: es usado para para expresar una idea, que a su vez sirve de verificación a otra que tiene lugar también en el tiempo pretérito. Por ejemplo: Te llamé, justo cuando tomaba el tranvía.
- Pretérito indefinido del indicativo: es usado por el hablante para expresar las acciones que han quedado finalizadas de forma completa en el pasado, y cuyo campo de acción ya no puede afectar al hablante. Por ejemplo: Me gradué en mayo.
- Pretérito perfecto del indicativo: este tiempo es empleado por el hablante para hacer referencia a acciones que aun cuando tienen lugar en el pasado, no se encuentra muy lejana en el tiempo, afectando aún al hablante, o incluso sin terminarse. Por ejemplo: Ha habido mucha lluvia durante la semana.
- Pretérito anterior del indicativo: se refiere al uso de verbos cuyo momento es anterior a ciertas acciones que también pertenecen al pasado. Por lo general van acompañados por adverbios o locuciones adverbiales. Por ejemplo: Cuando hube terminado de conversar con él, me fui para siempre del pueblo.
- Pretérito pluscuamperfecto del indicativo: en este tiempo verbal, el hablante expresa una idea que ya ha ocurrido, incluso antes de otra idea que se encuentra también en el pasado. Por ejemplo: Habíamos acordado que ese día llevaríamos todos los libros a la biblioteca.
- Futuro imperfecto del indicativo: es usada por el hablante para expresar ideas que éste sitúa de forma absoluta en el futuro, es decir, en el tiempo que está por venir. Por ejemplo: Habrá elecciones el año que viene.
- Futuro perfecto del indicativo: es usada para que el hablante pueda expresar ideas que se encuentran en el porvenir, pero que de igual forma es anterior en el tiempo a otra idea que también se coloca en el futuro. Por ejemplo: Ya me habré ido, cuando vuelvas.
Tiempos pertenecientes al modo subjuntivo
Por su parte, el modo subjuntivo es usado en el Español, entre otras lenguas, para que el hablante se refiera a acciones que él desea que suceda, o que por el contrario se tienen como posibilidades. En este sentido, dentro del modo subjuntivo se pueden encontrar los siguientes tiempos verbales:
- Presente del subjuntivo: este tiempo es usado por el hablante para expresar una acción que tal vez llegue a suceder en el futuro, pero en un provenir desiderativo. Por ejemplo: Espero que logres buenas notas en tus materias.
- Pretérito imperfecto del subjuntivo: este tiempo es usado por el hablante para expresar construcciones condicionales, cuyas terminaciones verbales pueden ser –ra o –se. Por ejemplo: Si fueras al banco, obtendrías respuestas / Si encontrase el número, lo llamaría de inmediato.
- Pretérito perfecto del subjuntivo: este tiempo se expresa como un tiempo compuesto por el verbo auxiliar haber, el cual se une con el participio pasado de los verbos. Indica una acción que se encuentra en el futuro, pero que depende de otra para realizarse. Por ejemplo: Luego de que hayas cocinado, podrás ayudarme a ordenar la habitación.
- Pretérito pluscuamperfecto del subjuntivo: este tiempo verbal por su parte está constituido por la unión del verbo auxiliar “haber” conjugado en pretérito imperfecto del subjuntivo, el cual se une al verbo conjugado a su vez en participio. Así mismo, expresa condicionalidad. Por ejemplo: Si me hubieses contado esto a tiempo, jamás habría permitido que Jaime se fuese sin pagar.
- Futuro imperfecto de subjuntivo: es un tiempo que actualmente se encuentra fuera de uso en el Español, quedando signado sólo al uso legal. De acuerdo a algunos gramáticos es equivalente al presente subjuntivo. Por ejemplo: Siempre que llegare a establecerse los acuerdos, no se acudirá a ninguna otra instancia.
- Futuro perfecto del subjuntivo: finalmente, este tiempo se forma debido a la unión del verbo auxiliar haber, el cual se conjuga en su futuro imperfecto, uniéndose al participio pasivo, estableciendo una especie de condicionalidad, la cual sin embargo apunta a un tiempo anterior. Por ejemplo: Todo el que hubiere infringido la Ley, deberá ser castigado.
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