Tal vez una de las situaciones que más preocupación puede provocar en las madres y en el público en general sea la falta de apetito, condición que consiste en la supresión o ausencia de las ganas de consumir alimentos durante la jornada diaria.
Causas de la Falta de Apetito
En este sentido, son especialmente las madres o personas responsables de las crianzas de los más pequeños los que más se preocupan ante esta situación, puesto que por lo general las personas asocian esta falta de consumo alimenticio con la no ingesta de nutrientes y vitaminas, por lo que se cree que la persona que sufra de falta de apetito también puede colocar en riesgo su salud. No obstante, es una preocupación innecesaria, puesto que la falta o pérdida de Apetito suele ser una condición transitoria, que pocas veces se encuentra relacionada con una enfermedad grave.
Por lo tanto, el regreso de la apetencia sucederá eventualmente y de forma natural, sin que sea necesaria la intervención médica para esto. Sin embargo, es necesario tener en cuenta que si la falta de apetito diera muestras de no ser transitoria, sino un poco más permanente, extendiéndose por días, sí será necesaria la consulta con un especialista, a fin de descartar otro tipo de complicaciones.
Así mismo, algunas fuentes de Salud se han dado a la tarea de nombrar algunas de las causas orgánicas que pueden manifestarse, entre otros síntomas, en una reducción significativa de las ganas de consumir alimento, y que pueden afectar a todas las personas en cualquier momento de sus vidas. A continuación, algunas de ellas:
- Llenura excesiva: aun cuando la civilización humana ha evolucionado designando horarios específicos para la ingesta de alimentos, nuestros cuerpos en ocasiones no digieren tan rápido los alimentos, sobre todo cuando los elementos consumidos resultan bastante pesados o difíciles de procesar. De esta forma, una de las causas más comunes de ausencia de apetito es el estar excesivamente lleno, o el pasar por un proceso digestivo que se ha tornado lento debido a la gran cantidad de comida o naturaleza de los alimentos.
- Embarazo: otro de los estados naturales que pueden incidir en la reducción del apetito en las mujeres es el embarazo, puesto que algunos de sus síntomas como los mareos, náuseas y vómitos, producidos por el cuadro hormonal de este estado, pueden incidir en que la futura madre no se sienta muy atraída por las comidas de costumbre, incluso por las que solían ser sus favoritas. No obstante, esto suele ocurrir tan solo en el primer trimestre de gestación, para posteriormente experimentar el regreso de la apetencia en los meses siguientes.
- Intoxicación: así mismo, la pérdida del apetito puede ser una manifestación física que acompañe un proceso de intoxicación alimenticia, situación en donde los componentes o ingredientes de un alimento, debido a diversos factores, activan el sistema de defensa del cuerpo, produciendo malestar general, erupciones, vómitos, entre otras situaciones. Una vez solucionada la situación, el apetito regresara.
- Elementos externos: igualmente puede ocurrir que el uso de determinadas sustancias, como por ejemplo los antibióticos, las drogas estimulantes, los medicamentos usados durante los procesos de Quimioterapia, entre otros, tengan dentro de sus efectos secundarios suprimir el apetito de la persona, bien porque ataquen directamente el proceso digestivo o porque produzcan a su vez síntomas, como mareos o nauseas, los cuales produzcan una reducción de la apetencia humana.
- Enfermedades: más extrañamente, la falta de apetito puede estar relacionada también con algunas condiciones de salud, como aquellas que atacan directamente el aparato digestivo, algunos cuadros infecciosos, y en casos mucho más extremos enfermedades graves, en donde el cuerpo se ve sometido a una fatiga extrema, la cual puede venir también acompañada de una pérdida del apetito.
Remedios contra la falta de apetito
Sin embargo, si ya se ha consultado con el médico, descartando cualquier condición de salud preocupante que pueda ser la responsable de la falta de apetito prolongado, pero no se quiere esperar de brazos cruzados, esperando a que éste regrese naturalmente, se puede hacer uso de algunos métodos naturales, aconsejados por la sabiduría popular. En este sentido, resulta pertinente reseñar brevemente algunos de los métodos con los que la medicina naturista combate la falta de apetito. A continuación, algunos de ellos:
Jugo de tomate como digestivo
Si resultase que la falta de apetito tuviese como origen un problema digestivo, o si simplemente se quisiera proteger este sistema de forma preventiva, algunas fuentes naturistas aseguran que el jugo de tomate es el ingrediente indicado. Al respecto, aconsejan entonces preparar un jugo o zumo de esta fruta, tomando para ello los siguientes ingredientes: dos (2) tomates / un (1) vaso de agua / una (1) pizca de sal / medio (1/2) limón (opcional). Una vez con los elementos a mano, se procederá a procesar en una licuadora, para después licuar y servir al clima. De acuerdo a lo indicado por los naturistas que lo recomiendan, esta preparación puede resultar un efectivo digestivo.
Ajo para espantar la inapetencia
Así mismo, parece que el ajo no sólo espanta los vampiros, sino que también puede ayudar a ahuyentar la falta de apetito. De acuerdo entonces con los naturistas que así lo recomiendan bastará la ingesta de un ajo crudo, media hora antes del horario estipulado para comer, a fin disfrutar de las propiedades que tiene este ingrediente, en cuanto a estimular el apetito.
Canela en el desayuno, almuerzo seguro
Sin embargo, para aquellos que no son amigos del ajo, la canela se muestra como una gran solución. De esta forma –de acuerdo a lo que recomiendan algunos portales de Remedios Naturales- la persona que presente una disminución en su apetito debería empezar a tomar durante el desayuno infusiones de canela (verter algunas ramitas de canela en una taza de agua caliente, y dejar reposar hasta que la canela haya vertido sus propiedades) para que su apetito se mantenga activo durante el resto del día. A los niños se les puede endulzar con miel, para reducir un poco el fuerte sabor de esta especie.
El Laurel, tónico digestivo
Igualmente, en el gran reino de las especies puede encontrarse otro aliado del buen apetito: el laurel. En este sentido, algunos portales naturistas han destacado las propiedades que tiene esta planta, después de ser sometida al proceso de secado, para ayudar a abrir el apetito. Para su preparación, con estos fines, estas mismas páginas digitales aconsejan hervir 25 gramos de laurel seco en un litro de agua. Luego de dejar reposar la preparación, esta deberá guardarse en la nevera, a fin de poder tomar una taza antes de cada comida, para así poder disfrutar de las propiedades que tiene este tónico digestivo.
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