¿Hay limite entre la ética y la profesionalidad?
El trabajo de un reportero gráfico es duro y la mayoría de las veces desagradable. Suelen estar en los peores lugares y en las peores situaciones para mostrarnos una imagen que resuma todo un acontecimiento. Y en muchas ocasiones deben caminar por la cuerda floja para conseguir la mejor imagen. ¿falta de ética o profesionalidad?. A veces las cosas se ven diferentes detrás de un objetivo
¿Recrearse en la muerte o mostrar de la manera más realista posible un conflicto o situación que haga que nos incomodemos desde los sofás de nuestra casa.? Seguro que hay opiniones para todo, y uno de los ejemplos más conocidos es el de Kevin Carter, que tiene en su haber una de las fotografías más célebres y tristes, que le hizo llegar a lo más alto de la fotografía, pero que en esa dualidad ética del trabajo de reportero, acabó con su vida.
Carter fotografió en1993 aun famélico niño sudanés acechado por un buitre. Por esta imagen ganó el premio Pullitzer, pero la sociedad se echó encima acusándole de no haber ayudado al niño y en su lugar haber tratado de conseguir la mejor foto, incluso esperando a que el buitre abriera las alas abandonando al niño a su suerte para conseguir una imagen mejor. Y a pesar de que el pequeño no murió, esas críticas cayeron como una losa sobre el fotógrafo que acabó quitándose la vida un año después.
El siempre defendió que había hecho lo correcto, que su trabajo no era ayudar al pequeño, sino tratar de enseñar al mundo la hambruna que Sudán estaba sufriendo, y hacerlo lo mejor posible como fotógrafo. ¿Pero es posible, o profesionalmente se debe hacer, separar el fotógrafo de la persona en estas situaciones?.
Este año esa polémica ha vuelto a desatarse gracias a la edición de este año de los “Swedish Picture of the year” el concurso sueco que premia la mejor foto del año y en que venció la imagen tomada por el fotógrafo sueco Paul Hansen en Haiti
En ella se muestra el cadáver de Fabienne Cherisma, una niña de 15 años, que tras el terrible terremoto que asolo el país, trataba de ganarse la vida en un puesto callejero de Puerto Príncipe, pero al no ser suficiente para alimentar a su familia, se unió a un grupo de saqueadores que buscaban algo entre las ruinas. La policía disparó para dispersar a los saqueadores y la mala suerte hizo que una bala le destrozara la cabeza el 19 de Enero de 2010, solo una semana después del seísmo.
Esta imagen se llevó el premio a la mejor fotografía, pero otro fotógrafo llamado Nathan Weber, que se encontraba en el mismo lugar y en el mismo momento, sembró la polémica con una instantánea desde otro punto de vista.
En esta imagen, otros 6 fotógrafos disparan sus flashes a la vez buscando la foto ganadora. Nathan comenta que frente al cadáver de la niña se pararon 14 fotógrafos para escoger la mejor instantánea.
Lo cierto es que este tipo de situaciones se repite a menudo como en los incidentes de Reiger Park en Sudáfrica en 2008 o en muchas más ocasiones.
¿Falta de escrúpulos al intentar captar el mejor encuadre obviando que es un cadáver lo que hay en el suelo, o profesionalidad al hacer el trabajo?. Supongo que cada uno juzgara dependiendo del objetivo con el que se mire
Fuentes:
https://es.wikipedia.org/wiki/Kevin_Carter
https://prisonphotography.wordpress.com/2011/03/23/brouhaha-in-sweden-following-award-to-paul-hansen-for-his-image-of-fabienne-cherisma/