En el ámbito de las Letras latinoamericanas, se conoce con el título de Doña Bárbara a la célebre novela del escritor venezolano Rómulo Gallegos, la cual fue publicada por primera vez, el 11 de agosto de 1929, gracias al trabajo de Editorial Araluce, contando desde entonces más de cuarenta ediciones, además de su traducción a varios idiomas.
Descripción de Doña Bárbara
En este sentido, según las fuentes especializadas, esta obra puede ser descrita como una novela costumbrista, compuesta por tres partes (las dos primeras constituidas por trece capítulos, y la última por quince) en donde el protagonista primordial es el llano venezolano, el cual sirve de escenario a la cruenta oposición entre Doña Bárbara –personaje que viene a representar el caos y la barbarie primigenia- y Santos Luzardo –quien personifica la luz de la civilización.
Así mismo, los profesionales en Estudios literarios latinoamericanos apuntan que Doña Bárbara fue la pieza que consagró a su autor como una de las principales voces de su país, así como de la región, convirtiéndolo también en el primer autor latinoamericano en lograr la escritura de una novela extensa, y que a pesar de su carácter costumbrista –o precisamente por esto- no se deja atrapar por el regionalismo, conectándose por el contrario con los arquetipos universales, hecho que lleva a Doña Bárbara a estar a la par de cualquier novela europea del siglo XX, debido al gran manejo de la prosa, así como a la dimensión psicológica de sus personajes, entre otros elementos literarios.
Resumen de Doña Bárbara
A grandes rasgos, Doña Bárbara se puede definir como el enfrentamiento que existe entre Doña Bárbara y Santos Luzardo. De esta manera, el autor comienza la obra presentando a cada uno de los protagonistas, quienes son descritos de la siguiente manera:
- Santos Luzardo: es presentado como un hombre joven, de ciudad, quien ha tenido la oportunidad de cursar estudios, por lo que es preparado y culto.
- Doña Bárbara: por su parte, Doña Bárbara es la reina y dueña de la hacienda El Miedo, quien es descrita por el narrador como un devoradora de hombres, a quien no le tiembla la voz ni el juicio a la hora de eliminar a cualquier enemigo que se le cruce en el camino, o que simplemente opte por oponerse a sus designios, actos que comete gracias a un grupo de bandoleros que trabajan a su servicio. No obstante, a Doña Bárbara también se le atribuye una gran belleza, así como la capacidad de obtener al hombre que quisiera, aun cuando debiera emplear artilugios y hechizos.
De esta manera, la obra comienza contando cómo su protagonista llegó a convertirse en una mujer llena de rencor hacia los hombres, comentando cómo a los quince años, la futura Doña Bárbara servía de cocinera en una Piragua de contrabandistas bandoleros, sin nadie que la protegiera en el mundo, más que un muchacho de nombre Asdrúbal, su primer amor, quien le enseñó a escribir y leer, antes de ser cruentamente asesinado. Así transcurría sus días, hasta el momento en que los bandidos se amotinaron, matando al capitán de la piragua y violando a la joven Doña Bárbara, quien quedó marcada de por vida con el recuerdo de la violencia, sintiendo desde entonces un gran odio por los hombres. Desde entonces vagó por el Arauca, sin encontrar un lugar donde poder echar raíces.
No obstante, un día conoció a Lorenzo Barquero, un propietario, quien había decido abandonar Caracas, a fin de trabajar sus tierras y salvar a su familia de la miseria. Decidida, la muchacha usó toda la fuerza de su sensualidad, para conquistar a Lorenzo Barquero, tomándolo para sí, pero signándolo al alcohol y el olvido, mientras ella tomaba control de sus tierras. De esa unión, nacería una hija, Marisela, a quien Doña Bárbara rechazó desde el primer momento, teniendo la niña que crecer en la miseria, en compañía de su padre. Por su parte, Doña Bárbara empezó a alimentar su poder y dominio, convirtiéndose en la cacica del Arauca.
Así mismo, la obra da cuenta también de cómo en el pasado la familia de Lorenzo Barquero mantenía una cruenta batalla con los Luzardo, a quienes pretendían despojar de sus dominios sobre la hacienda Altamira, propiedad de estos últimos. Sin embargo, tal había sido el alcance de la disputa, que finalmente la madre de Santos Luzardo lo sacó de esas tierras, siendo el único sobreviviente de la familia, para llevarlo con ella a Caracas, y darle educación y una vida diferente. Empero, cuando el muchacho creció y su madre murió, quizás por cosas del destino, Santos Luzardo regresa al llano, para tomar posesión sobre sus tierras: la Hacienda Altamira.
Por su puesto, este hecho no es para nada bien visto por Doña Bárbara, quien poco a poco había ido ganando terreno sobre la propiedad, así como tampoco por míster Danger, un hombre estadounidense, a quien Doña Bárbara tolera porque sabe un secreto importante: la ha visto matar a uno de sus amantes. Comienza entonces el enfrentamiento entre Doña Bárbara y Santos Luzardo. Sin embargo, en todo momento esta mujer persigue la idea de seducir a Santos Luzardo, a fin de usar sus armas femeninas en contra de su enemigo, conquistándolo y confundiéndole.
No obstante, el destino también querrá que Santos Luzardo conozca a Marisela, y se enamore de ella, hecho que enfurece todavía más a Doña Bárbara, quien en un arrebato de ira, por no poder tener el control de la situación, como siempre, parte hacia Altamira, decidida a matar a su hija, Marisela. Asombrosamente, no puede disparar, pues un sentimiento de maternidad surge dentro de ella, condenándola a la derrota. A partir de ese momento, Doña Bárbara pierde su sombría fuerza, rebelándose cansada, débil y vieja. Sin hacer más oposición, toma su caballo y se pierde para siempre en el llano, sin que nadie en El Miedo o en Altamira vuelva a saber nada de la Cacica del llano. El amor y la luz han vencido a la barbarie.
Imagen: Rómulo Gallegos, autor de Doña Bárbara. Fuente: wikimedia.org