En el ámbito de la Literatura universal se conoce con el nombre de Frankenstein o el moderno Prometeo (Frankenstein; or, The Modern Prometheus, por su título en inglés) a la primera historia de ciencia ficción moderna, nacida de la pluma de la escritora inglesa Mary Shelley, quien la publicara por primera vez en el año 1818. Así mismo, esta novela, conocida simplemente como Frankenstein, es reconocida como una importante obra de la tradición novelística gótica.
Sobre el Frankenstein de Shelly
De esta manera, más allá de haberse convertido en pilares de estas dos tradiciones literarias: la ciencia ficción y la novela gótica, el texto de Shelly sorprende a la Crítica moderna por la forma en que cuestiona lo que se conoce en la actualidad como la ética científica, y que en su momento era más relacionada con la moral de los científicos, en cuanto a su relación con el poder de destruir o crear vida.
Así mismo, esta autora inglesa deja en evidencia el cómo esto también plantearía un reto y un nuevo capítulo en la relación del hombre con Dios, ser al que la religión judeo-cristiana le otorga poder único sobre la vida. De ahí que el título de la obra contenga también la expresión “el moderno Prometeo”, en clara referencia a la acción del hombre al querer –por medio de la Ciencia- arrebatar el poder de Dios de ser portador del fuego sagrado de la vida.
En cuanto al origen y hechos relacionados a la creación de esta novela, la mayoría de las fuentes históricas colocan como caldo de cultivo a una pesadilla de Shelley, la cual le inspiraría el capítulo cuatro de la historia, que ya había surgido como idea durante el verano de 1816, cuando recibiera directamente de Lord Bayron el reto de crear una historia de terror, juego propuesto por este escritor a sus huéspedes, los Shelley, quienes se encontraban de visita en la casa de Bayron en Suiza, huyendo del cruento invierno volcánico que dejó sin verano a los territorios más al norte.
Sin embargo, pese a que Shelley concibió la historia durante este año, fue en 1817 cuando recurrió a Percy Shelley, su esposo, para que la ayudara a corregir sus errores gramaticales. En la actualidad, existen críticos que sugieren que Percy sea considerado coautor del Frankenstein, puesto que de una manuscrito a otro deja en evidencia su gran colaboración con la historia, sobre todo en materia de matices y giros dramáticos. Finalmente, Mary Shelley reescribió la obra por completo en el año 1831, que es la que se conoce hoy en día.
Resumen de Frankenstein, o el moderno Prometeo
Con respecto al contenido de la historia, básicamente esta novela gótica relata la historia de cómo Víctor Frankenstein, un joven médico de origen suizo, lleva hasta su máxima expresión su obsesión por convertir la Ciencia en la llave maestra que lo haga conocer y manejar los secretos de la creación, para así obtener el poder de crear vida, logrando con esto también acceder al misterio que existe sobre el origen del alma humana.
Es así como este médico construye un cuerpo, usando las partes de diferentes cadáveres, al cual logrará igualmente dar vida. Sin embargo, pese a lo que se ha sembrado en el inconsciente colectivo, como herencia de los experimentos galvánicos, que tanto fascinaron a los científicos del siglo XIX, en realidad en el Frankenstein de Shelley no queda explícita la forma en que este médico suizo logra la hazaña de darle vida a su creación, puesto que de hecho él no quiere revelar el secreto de sus experimentos. Empero, sí existe cierta insinuación, en el momento en que el doctor Frankenstein declara haberse visto envuelto, durante el proceso de creación, en una seria de tormentas eléctricas, colocando al galvanismo como una de las posibilidades de que esta criatura haya cobrado vida.
Sin embargo, la obra aterra a su propio creador, quien ve en la criatura de dos metros y cuarenta y cuatro centímetros el horror hecho ser, por lo que repudia de su propia creación, a la cual se referirá en varias ocasiones como la criatura o el engendro, entre otros nombres. Queriendo escapar de la abominación a la que su conocimiento ha dado vida, Frankenstein huye de su laboratorio, queriendo escapar entonces de su responsabilidad.
Al regresar, descubre con alivio que el “ser demoníaco” que ha tenido como huésped ha escapado, por lo que cree que su tormento ha pasado, sin sospechar que en realidad es el principio e este. Por su parte, este ser trata de entablar relaciones humanas, dándose cuenta de que jamás lo logrará, y que siempre será rechazado por las personas. La imposibilidad de adaptarse y el sentimiento de rechazo hará que en este ser surja el deseo de odio, y sobre todo de venganza hacia su creador. Es así como decide comenzar su plan, dando muerte a William, hermano menor del doctor Frankenstein.
La noticia es recibida por este médico suizo. Después de un tiempo de reposo, debido al malestar de los últimos acontecimientos, el doctor Frankenstein regresa a Ginebra, ciudad en donde descubre que el monstruo que ha creado es quien está detrás del asesinato de su hermano. Sin embargo, este doctor no quiere que el mundo descubra lo que su ciencia ha originado, así que –aunque él sabe l verdad- deja que Justine Moritz, una mujer que sirve en casa de su familia sea acusada y condenada a muerte por el crimen de William.
Con un gran sentimiento de culpa, el doctor Frankenstein huye hacia los alpes, a fin de buscar un poco de tranquilidad. Es en este paisaje que creador y creación vuelven a encontrarse, para sostener un diálogo, en donde el monstruo le narra a Frankenstein cómo aprendió a hablar, observando en secreto a una familia, a la cual daba pequeñas ofertas, las cuales sin embargo no valieron para que no lo rechazaran cuando descubrieron su aspecto. Luego de su triste relato, el monstruo hace un trato con el médico: desaparecerá de su vida, si este le hace una compañera, que termine con su gran sentimiento de aislamiento y soledad.
Ante la oportunidad, y realmente conmovido con el relato de la criatura, el doctor Frankenstein acepta hacer esta nueva creación. Para esto parte rumbo hacia Escocia, país en donde tiene un laboratorio científico en una de sus islas. Entregado a su nueva misión, reinicia sus experimentos, no obstante el peso de conciencia que arrastra sobre las muertes de su hermano y la muchacha que servía a su familia son tan grandes que termina por negarse a continuar, destruyendo el cuerpo que había creado, y al cual no había conseguido dar vida.
La decisión del doctor Frankenstein hará que nuevamente el sentimiento de venganza se apodere de esta criatura, quien entonces en reflejo de la destrucción que ha hecho este médico a quien estaba destinada a ser su compañera, decide asesinar a Elizabeth, prometida de Víctor Krankenstein, justo en la noche de boda de la pareja. Así también, acabará con la vida de Clevarl, el mejor amigo de este médico. Incluso, es tal el horror que causa esta fila de muertes que el padre de este médico no soporta el horror y fallece.
Con el peso de todas estas culpas, el doctor Frankesntein decide que no habrá otra forma de poner punto final a esta pesadilla que acabar con la criatura monstruosa que ha creado. De esta manera decide darle caza, así deba ir hasta el fin del mundo para alcanzarla. Es así como zarpa en un barco, rumbo al Ártico, para poder encontrarlo. Sin embargo, en medio del viaje, este médico y científico encuentra el fin de su propia vida.
Poco después, el barco es ocupado por la criatura, quien descubre que su creador ha muerto. Desconsolado y preso de un profundo sentimiento de soledad, esta criatura decide dar fin a sus crímenes, y contar su historia al capitán del barco, Robert Walton, a quien le contará sus planes de tomar un trineo, y viajar sin descanso al lugar más septentrional del ártico, para así, en completa soledad como siempre ha vivido, poder reunir todos los materiales que puedan ser combustibles pese al clima, y encender una hoguera en la cual pueda inmolarse, colocando fin a su existencia, así como a su terrible tarea, y sobre todo a su “mísero” cuerpo, cruel testimonio del horror que ha tenido que vivir, y que a su vez ha infundido miedo y rechazo en los otros.
Así al menos narra la historia el capitán Robert Walton, quien constituye la voz narrativa de esta historia de Ciencia ficción, que es contada en forma de carta, escrita por este navegante a su hermana Margaret, sobre los hechos escuchados por él, de voz el propio doctor Víctor Frankenstein, durante la travesía en el Ártico en el trabajo de cazar a la criatura, así como su diálogo final con esta, antes de que este ser cumpliera su promesa de viajar rumbo al punto más septentrional del planeta para poner punto final a su historia de crimen y sufrimiento.
Imagen: Retrato de Mary Shelley, autora de Frankenstein / Fuente: wikipedia.org